Augusto Morán Nuques no tuvo contendor. El abogado de profesión y exajedrecista de 49 años fue reelecto el pasado 4 de enero como presidente del Comité Olímpico Ecuatoriano (COE), cargo al que llegó en 2013.   

Morán encabezó la única lista que se presentó a los comicios ese día y obtuvo 53 votos -de 54 posibles- de las federaciones ecuatorianas por deporte que estuvieron habilitadas para el proceso. Su gestión al frente de este organismo se extenderá hasta diciembre de 2021. 

El dirigente tiene como tarea principal guiar al alto rendimiento en el Ciclo Olímpico que empezó en noviembre de 2017 con los Juegos Bolivarianos de Santa Marta (Colombia).

Pero el inicio de su nuevo período al frente del Movimiento Olímpico ecuatoriano estuvo marcado por críticas y cuestionamientos por la designación de Andrea Sotomayor, ministra del Deporte, como secretaria general del organismo.

Según Morán, se trató de una decisión consensuada de los presidentes de las federaciones que participaron en las elecciones y no de una resolución arbitraría del COE. Para explicar la legalidad de la designación de Sotomayor, el dirigente atendió a EL TELÉGRAFO en su despacho, un día antes de viajar a Corea para acompañar al esquiador ecuatoriano Klaus Jungbluth en su participación en los Juegos Olímpicos de Invierno   Pyeongchang 2018.    

Su segundo período al frente del COE empezó con muchas críticas por la designación de la ministra del Deporte, Andrea Sotomayor, como secretaria general de la institución. ¿Era legal que ella ocupara ese cargo? 

El COE no fue el que la puso en ese puesto. Tampoco se trató de una imposición. El nombre de la economista Andrea Sotomayor fue propuesto por las federaciones para que ocupe ese cargo. Antes de ser ministra fue tesorera del COE, pero había pedido licencia. Considero que quienes nos critican por eso están exagerando porque no hemos cometido ninguna ilegalidad. La jurisdicción ecuatoriana faculta a la ministra para estar presente en los directorios de las Federaciones Deportivas Provinciales, a través de sus delegados, por dar un ejemplo. Tampoco prohíbe a la ministra ser parte del Comité Olímpico Ecuatoriano. No existe una prohibición expresa, ni en los Estatutos ni en la Carta Olímpica. 

Incluso hay unos casos análogos en la región. Andrés Botero fue miembro del Comité Olímpico Internacional y del Comité Olímpico Colombiano y paralelamente fue director de Coldeportes. En Perú,  Mario Boza fue presidente del Instituto Peruano de Deporte y fue secretario del Comité Olímpico Peruano. La Carta Olímpica textualmente dice que en el caso que la asamblea de un comité olímpico nacional decida nombrar a un funcionario público como miembro de un directorio es totalmente legal y es aceptado por el Comité Olímpico Internacional.  

Pero lo que se le cuestionaba era que con su designación se había creado un conflicto de intereses e incluso se dijo que no era ético que la ministra sea juez y parte en la entidad. 

Andrea Sotomayor es de las nuestras. Es una gran deportista, una gran dirigente que por ahora presta sus servicios al Ministerio del Deporte. El Comité Olímpico no quiere perder a esa gran mujer y toda la experiencia que está ganando. Queremos que cuando deje el ministerio retorne al Movimiento Olímpico, pero en ningún momento hay un acto de ilegalidad.

Se dijo que su designación riñe con la ética porque habría un conflicto de intereses en el eventual caso que le tocara dirimir un conflicto entre el COE, el ministerio o las federaciones. Pero en ese caso estamos hablando de suposiciones y la ética está apegada a las actuaciones. Pero si ese fuera el caso, estoy seguro de que la ministra pedirá que otra persona de un rango superior tome la decisión. Pero el mensaje que queremos dar es que entre el Movimiento Olímpico, el Ministerio del Deporte y el Gobierno en general debe haber una relación de unión y trabajo en conjunto para que el deporte se desarrolle, para que avancemos como país.  

¿No cree que se ganó un problema sin querer al aceptar la moción de esas federaciones?

Nosotros estamos aquí por amor al deporte, si me he ganado un problema, dos o más, no será ni el primero ni el último. 

Ahora Sotomayor está con licencia, ¿se puede entender eso como una forma de zafarse del problema y calmar las críticas? 

El Comité Ejecutivo se reunió hace algunos días y eligió al doctor John Zambrano para que sea

el nuevo secretario general del Comité Olímpico hasta que cesen las funciones de la ministra. Pero eso no significa

que vamos a trabajar separados. Hasta ahora hemos logrado un método conjunto de trabajo basado en la unión. Y lo seguiremos haciendo.    

¿Hacia dónde va encaminado el deporte ecuatoriano con esta forma de trabajo de unión que tienen el COE con el Ministerio del Deporte?

Va hacia una reforma a la Ley del Deporte. Va hacia un plan de decenal que nos diga dónde estamos y dónde nos queremos ver de aquí a un determinado tiempo. Va a una reestructuración de todo este sistema deportivo. El Movimiento Olímpico necesita una fuente de financiamiento diferente a la pública, necesitamos dirigentes con más capacidades de gestión, que tengan dentro del plan estratégico de sus organizaciones también las cosas claras, para que sus procesos y sus funciones estén mejor delimitadas. Que puedan generar más recursos en beneficio de los deportistas.

El país necesita estudios profundos para determinar cuáles son los deportes donde tenemos más oportunidades de cosechar triunfos. Por ahora sabemos que el país tiene más opciones en atletismo, lucha, judo, los deportes de combate en general. Pero también estamos preocupados por otros deportes, hay que brindarles ayuda. Y desde el Comité Olímpico lo vamos a hacer. 

EL TELÉGRAFO cubrió íntegramente los Juegos Bolivarianos de Santa Marta y levantó tres historias conmovedoras: el luchador Jorge Medina, bronce en los 125 kilogramos, debe trabajar como guardia de seguridad para mantener a su familia. Juan José Caicedo, oro en lanzamiento de disco, llegó al torneo con una lesión muscular, sin tratamiento y sin entrenador. Su única guía era un cuaderno donde tenía apuntadas las directrices de su exadiestrador. Y Washintong Becerra, oro en  K2 200 metros, estaba a punto de retomar su trabajo como celador en una discoteca porque el deporte no le representa ningún beneficio económico. ¿Por qué el COE no identificó esos casos para brindarles ayuda?        

Nosotros tenemos un departamento técnico que hace visita a las federaciones y un departamento médico que evalúa a los deportistas,  especialmente cuando van a participar en torneos internacionales. Pero a veces es imposible abarcar a todos los deportes. A los  Bolivarianos asistieron 358 deportistas, nuestra infraestructura es pequeña y nuestro presupuesto es mínimo para cubrir todas esas necesidades que usted apunta. Hay deportistas que no se encuentran en la ciudad y no pueden venir a los chequeos, a veces nosotros viajamos a buscarlos. Por eso no es fácil identificar todas las necesidades de los atletas. Otras veces los exponentes nos traen certificados médicos que emiten sus  federaciones provinciales sin una evaluación exhaustiva; a nosotros nos toca aceptar esos certificados para que ellos puedan viajar los eventos internacionales.

Pero hay que tener claro que la situación del país es compleja, que la situación del deporte es compleja también. No se puede depender solo de los recursos públicos, el deporte necesita otras fuentes de financiamiento, especialmente el de alto rendimiento, porque los recursos del Gobierno a veces son escasos o llegan tarde. El Ministerio del Deporte está intentando otros mecanismos para dotar de algún medio de autogestión que alimente no solo al deporte de alto rendimiento sino a todo el deporte en general. Necesitamos otra fuente de recursos, hay que  cambiar el marco legal de la Ley del Deporte. 

¿Cuál es el presupuesto anual del COE? 

Nuestro presupuesto depende del techo nos dé el Ministerio del Deporte. Para este año es de alrededor de $ 850.000 anuales. Las competencias que tenía el COE antes de la Ley del Deporte promulgada en 2010 y las competencias que tiene en este momento son muy distintas. Hasta antes de la ley el COE manejaba grandes cantidades de recursos que los distribuía a todas las federaciones ecuatorianas sobre la base de unos criterios específicos. Ahora no tenemos esos recursos, tenemos un reducido campo dentro de las competencias legales que nos otorga la Ley del Deporte; que, a propósito, tiene muchos vacíos.

¿Cuáles, por ejemplo? 

Los dirigentes de las federaciones ecuatorianas por deporte deben estar autorizados para gestionar recursos privados para sus organismos. Es un trabajo que tiene muchas aristas, aunque entendemos que la solución del deporte no solo está en conseguir recursos y  modificar la ley; creo que son algunos pilares que hay que arreglar. El tema pasa también por la elaboración de un plan decenal, en la capacitación de dirigentes deportivos y delimitar bien las competencias de todos y cada uno de los organismos. Necesitamos objetivos comunes para mirar al alto rendimiento como debe ser, como el objetivo máximo del deporte nacional. 

¿El COE está solicitando alguna competencia en especial en ese sentido? 

Básicamente, nosotros queremos reactivar el Festival Olímpico o alguna otra actividad donde converjan todas nuestras federaciones.

Tenemos entendido que no todas las 45 federaciones que conforman el COE cuentan con el aval de sus pares internacionales. ¿Qué ha dilatado ese proceso?

En este momento tenemos 7 federaciones que se encuentran intervenidas por problemas dirigenciales o que han realizado mal su convocatoria a elecciones: lucha, baile deportivo, pelota nacional, esquí náutico, tiro con arco, rugby y otra más cuyo nombre se me escapa.

Cuando se publique esta entrevista usted estará en Corea acompañando a Klaus Jungbluth en los Juegos de Invierno. ¿Cuánto ha invertido el COE para que Ecuador compita por primera vez en este evento?

Es difícil dar un estimado, pero contamos con el apoyo del Comité Olímpico  Internacional y Solidaridad Olímpica. Recibimos ayudas internacionales que inmediatamente pusimos a disposición del proyecto y del deportista. Su meta es obtener el mejor tiempo de Sudamérica. (I)