China, el reino de las superapps para compras, pagos y diversión
En China ya no es necesario acudir a los supermercados o tiendas para hacer compras. ¿El motivo? El boom de las apps que han permitido comprar productos del hogar o de limpieza, electrónicos, ropa, perfumes, papelería, muebles, medicinas, comida, a precios accesibles y de forma rápida.
Incluso el dinero físico se ha vuelto casi innecesario porque hay apps para el pago de los consumos en restaurantes, centros comerciales, tiendas, incluso en los servicios de transporte como bicicletas, buses, taxis o metro se paga por medio de las aplicaciones móviles.
Isaac Wang, de 23 años, tiene en su celular ocho aplicaciones móviles que facilitan literalmente su vida. Él trabaja y estudia por lo que es complicado movilizarse largas distancias al supermercado para comprar productos básicos como comida o insumos de limpieza personal o del hogar.
Para ello, ocupa las ‘apps’ JD y Taobao -similares a Temu-, en las que se encuentran cientos de miles de productos a precios módicos y sin costos adicionales de envío.
En Taobao, por ejemplo, los usuarios digitales pueden buscar una variedad de pan a precios que van desde los 5 yuanes hasta los 240 yuanes (de USD 0,71 a USD 34).
Si olvidaste el pastel de tu mejor amigo o amiga hay opciones que llegan en máximo dos horas. El precio oscila entre 20 a 300 yuanes (USD 3 y USD 42), depende del tamaño y de la complejidad en la preparación.
“Los servicios digitales me facilitan la vida. Son más accesibles en el sentido de que todas las necesidades serán atendidas y me ahorran el tiempo de transporte y espera”, señala Isaac.
En las aplicaciones mencionadas también hay ropa para todos los climas: chompas, sacos térmicos, gorras, sombreros, trajes de baño, camisetas, zapatos, hoodies, blusas, vestidos y demás prendas que la persona requiera.
Y es que en estos servicios digitales hay una cantidad de emprendedores y empresas que satisfacen las demandas.
El usuario solo tiene que buscar el producto, escoger el precio, el color, el material que le gusta, hacer ‘tap’ en la pantalla del celular y aceptar el pedido. Eso sí debe asegurarse de que está la dirección correcta del lugar de residencia. Luego se paga a través de la app Alipay y listo.
La dinámica intensa del delivery en China
¿Cómo llega el producto? La empresa o emprendedor confirma la recepción del pedido a través de un mensaje y empieza el envío que pueden llegar de distintas provincias de China. El usuario puede ver en qué estado está su pedido y qué tan lejos está.
Además en la app se da el número de días y la hora tentativa de llegada; incluso hay una opción de mapa para ver el recorrido del producto.
La mercancía que se pide por las aplicaciones móviles no es entregada en las manos del usuario. ¿Y entonces? El servicio de mensajería es fundamental en China, por lo que hay empresas que se dedican a movilizar la paquetería desde los negocios hasta su lugar de destino.
Según el Informe de Investigación sobre el Empleo de Trabajadores Manuales en China, con corte al 2024 y publicado en la página de Meituan, la fuerza laboral de trabajadores manuales en China alcanza los 425 millones de personas, entre ellos están cuidadores posparto, camioneros y repartidores.
En el informe además se señala que el ingreso mensual de los repartidores ha mejorado entre 2023 y 2024 en un 10%. Quienes reciben más de 22 pedidos al día, que corresponde a un trabajo de seis horas, pueden acceder a una remuneración entre 6.650 y 9.344 yuanes (USD 950 y 1.300)
Meituan, similar a Uber Eats o Rappi, es una de las encargadas del proceso de entrega de los paquetes. Ellos tienen un algoritmo que garantiza la llegada oportuna de la mercancía. Toman en cuenta las características de la ciudad, la acumulación del proceso de entrega y la distancia, con el objetivo de no crear falsas expectativas y que los repartidores tengan el tiempo suficiente para trasladarse.
En Beijing circulan cientos de motos durante todo el día. De hecho, los transeúntes sortean a estos vehículos que tienen afán de depositar los productos en casilleros que tienen códigos. El número llega a las personas a través de la aplicación o mensajería de texto.
Con la confirmación, el usuario coloca el número en la pantalla del casillero y saca su pedido. Es realmente fácil.
En caso de no tener un casillero cercano, el pedido es colocado cerca del edificio. Nadie toca lo que no le pertenece: una escena cotidiana que habla del respeto urbano chino.

¿Hay temporadas altas de compra?
La respuesta rápida es sí. El pasado 29 de agosto se celebró en China el Día de San Valentín y los pedidos instantáneos en Meituan alcanzaron un nuevo récord: 27 millones. Estuvieron impulsados por la promoción ‘Venta Flash ¡Llévatelo todo!’ que incluyó regalos y sobre todo la venta de flores; se sumaron la compra de computadoras, productos de belleza, cuidado de la piel y joyería.
Otras aplicaciones muy usadas en China
Alipay es una de las apps más completas en China, ya que puedes hacer pagos en todos los negocios físicos y en línea: restaurantes, almacenes, panaderías, parques, museos, etc. Puedes hacer pagos del sistema de transporte: taxis (Didi), buses, metro, tren y avión.
Además puedes hacer el pago de los datos móviles y demás servicios básicos; sin olvidar que puedes hacer transferencias a otras cuentas. Es decir, ya no es necesario ir al banco o tener dinero físico; incluso las personas que venden comida en la calle tienen su código QR destinado al pago con Alipay.
WeChat es otra de las apps muy utilizadas por los chinos y extranjeros. Esta funciona como WhatsApp o sistema de mensajería inmediata, llamadas y videollamadas.
Adicionalmente tiene una opción para el pago de productos y servicios; así como Alipay. Y hay una opción de redes sociales llamada Momentos y Canal que funciona como X o Tiktok.
Otras apps de redes sociales son Douyin (Tiktok chino), Rednote (Instagram chino) o Weibo (Facebook chino).
Si buscas viajar puedes descargar Fliggy o Trip.com, en las cuales hay alternativas de vuelos en avión, tren rápido, hoteles, restaurantes y sitios turísticos.
En China, el sonido de una moto de delivery puede ser el pulso de una ciudad que ya no se detiene. Todo se pide, todo llega.