Mafias mueven más de un millón de galones de combustible robados en lo que va del 2025
El combustible que debería llegar a los ciudadanos termina engordando las arcas de las mafias. En lo que va del año, más de un millón de galones fueron robados y desviados hacia economías criminales, según datos de las Fuerzas Armadas. El tráfico ilícito de combustibles es un negocio paralelo que deja millones de dólares.
Un negocio rentable para el crimen organizado
Un oficial del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas que no se identificó, por razones de seguridad, explicó que “el robo de combustible les genera una alta rentabilidad, ya que sustraen combustible, pero es comercializado al mismo precio que lo tienen en el mercado”.
El combustible robado, según el militar, no solo alimenta el contrabando hacia países vecinos o las operaciones del narcotráfico en altamar, también llega a comercializadoras legales. “Tenemos la información clara de que este combustible sustraído es entregado en gran cantidad a las gasolineras del país. Es fácil detectarlo: cuando reciben más combustible del cupo mensual asignado por la ARCH, sabemos que existe un ingreso ilícito”, puntualizó.
Cómo opera la red
La cadena del delito involucra a múltiples actores: desde quienes realizan perforaciones clandestinas en poliductos hasta los transportistas y tanqueros autorizados que aprovechan guías de remisión para mover combustible ilícito. “El combustible no demora en ser entregado, porque ya saben exactamente a dónde debe ir”, señaló el oficial.
El producto sustraído se utiliza en tres frentes principales: abastecimiento de embarcaciones para el traslado de drogas, contrabando hacia países fronterizos donde el precio es más alto y operaciones clandestinas sin trazabilidad financiera.
Los grupos detrás del negocio
Según el comunicado de las Fuerzas Armadas, seis organizaciones lideran este mercado criminal: Los Lobos, Los Choneros, Los Comandos de Frontera, el Ejército de Liberación Nacional, el Frente Oliver Sinisterra y los Latin Kings. Estas mafias también están vinculadas a la minería ilegal, el tráfico de armas, municiones y explosivos y a la violencia interna expresada en sicariatos y muertes violentas.
El militar advirtió que la estructura se sostiene con complicidad de funcionarios y actores políticos que, bajo presión o coimas, permiten que el delito prospere.
Golpes militares y afectación económica
En lo que va de 2025, las Fuerzas Armadas ejecutaron 34.215 operaciones contra el tráfico de combustibles, logrando incautar 1’009.433 galones y destruir 1.101 acoples clandestinos, lo que representa una afectación económica de más de 21,5 millones de dólares a las mafias.
Solo en dos semanas, desde el 16 de septiembre, se realizaron 3.360 operaciones que permitieron decomisar 34.265 galones.
Las provincias con mayor incidencia son Orellana, Guayas, Sucumbíos, Santo Domingo, Santa Elena, Esmeraldas y Manabí, donde se concentran los despliegues militares.
El costo social y la respuesta del Estado
“El dinero que se pierde por las perforaciones clandestinas y la sustracción de combustible debería regresar a los ecuatorianos en educación, salud y obras. Por eso, al equiparar el costo del combustible con los países vecinos, evitamos en gran medida el contrabando y debilitamos la economía criminal”, sostuvo el coronel.
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