Ecuador / Lunes, 10 Noviembre 2025

En Ecuador, 1.289 bebés murieron antes de nacer

Un estudio reveló que el duelo perinatal se mantiene como un tema tabú.
Foto: archivo web
Miles de familias ecuatorianas pierden a sus hijos antes o poco después del nacimiento cada año. Un estudio de la Universidad Católica del Ecuador revela cómo el sistema de salud aún trata estas muertes como trámites y no como pérdidas humanas.

Nadie prepara a una madre para salir del hospital con los brazos vacíos. En Ecuador, datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) revelan que 1.289 bebés murieron antes de nacer en 2024. Detrás de esa cifra hay historias que casi nunca se cuentan y funerales sin flores. En las casas de salud. este dolor se archiva, se despacha, se silencia.

Cuando el duelo se atiende con guantes de látex

La investigadora María Teresa Benavides Borja recogió 230 testimonios de madres y padres que perdieron a sus hijos en instituciones del sur de Quito. Lo que encontró fue una mezcla de protocolos y abandono.
A muchas mujeres les entregaron la noticia sin mirarlas a los ojos. Otras, en shock, fueron llevadas a habitaciones donde el llanto de los recién nacidos ajenos hacía imposible respirar. “El hospital cumplió con su parte médica, pero no con la humana”, dice Benavides.

El estudio reveló que el duelo perinatal se mantiene como un tema tabú, incluso entre profesionales de la salud. No hay formación psicológica, ni espacio emocional para acompañar. Las madres reciben el alta sin haber entendido lo que pasó. La galena indicó que, tanto madres como padres, tienen derecho a pedir los restos de su hijo, así sea que el bebé no terminaba su formación en el vientre, en casos de abortos espontáneos. 

La Sala Mariposa, un gesto contra el olvido

Algunos hospitales, inspirados en los resultados del estudio, han comenzado a crear espacios como la Sala Mariposa, un lugar donde las familias pueden despedirse de su bebé, tomar una foto, dejar una carta, encender una vela.
No cura, pero alivia. Permite nombrar al hijo, darle un sentido al vacío. “Es la diferencia entre una herida que supura y una cicatriz que enseña”, dice una enfermera que ahora acompaña esos rituales.

Un cambio en la formación médica

El estudio propone incluir módulos de acompañamiento emocional en el duelo perinatal en la formación del personal médico. Se trata de enseñar empatía, escucha activa y contención emocional: gestos que, aunque simples, pueden aliviar el sufrimiento. “El dolor no se borra, pero se puede acompañar. El duelo no debe vivirse en soledad”, concluye Benavides. 

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