Manila.-

Un pequeño tsunami llegó al este de Filipinas ayer, tras un fuerte sismo de 7,6 grados en la escala de Richter en el Océano Pacífico, que causó un muerto, aunque poco después la estadounidense NOAA levantó la alerta de tsunami para este país y para Indonesia.

Según el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs), llegó a la costa “una ola de considerable altura en Surigao”, en el este del país. El director de este organismo filipino, Renato Solidum, aseguró a la radio DZMM: “Las próximas olas pueden ser más altas”.

El NOAA (la estadounidense Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) confirmó que pequeñas olas habían llegado a la costa, pero levantó la alerta de tsunami para Filipinas e Indonesia, generada tras el sismo de 7,6 de magnitud.

El terremoto causó la muerte de una mujer de 60 años e hirió a una niña de cinco años en la ciudad de Cagayan de Oro, en el sur de Filipinas, indicó el director de la Defensa Civil filipina, Benito Ramos, quien afirmó que no se habían registrado más víctimas.

Por su parte, el gobernador de Leyte del Sur, Damián Mercado, informó a la radio local que había dado orden de evacuar a todas las familias residentes en la costa de la provincia Samar Oriental.

"Mis vecinos y yo fuimos evacuados. Nos dirigimos ahora hacia las montañas", contó el pescador Marlon Lagramado en una entrevista telefónica desde la aldea costera de Guiwan, en la provincia filipina de Samar Oriental.

Ben Evardone, congresista de Samar, indicó que algunos puentes y carreteras sufrieron daños y que la gente huyó asustada de las zonas costeras, en busca de un refugio. “Estamos acostumbrados a los sismos aquí, por eso los residentes fueron inmediatamente a un terreno más alto.

Muchos se llevaron con ellos lo que cabía en sus manos: linternas, comida, ropa. Algunos incluso llevaron sus vacas”, mencionó Pinky Almaite, residente de la ciudad costera Sulat.

El sismo había golpeado la costa de Filipinas a las 20:47 locales (12.47 GMT) a unos 139 km al este de la ciudad de Sulangan, desencadenando una alerta de tsunami en el este del archipiélago e Indonesia.

El Instituto Geológico estadounidense (USGS) dijo que el temblor se produjo a una profundidad de 34 kilómetros. El USGS revisó a la baja la magnitud del sismo, tras una lectura inicial de 7,9. “Hasta el momento no recibimos informes de que un tsunami golpeara en algún lugar de Indonesia”, dijo Suharjono, jefe técnico de la Agencia Indonesia de Meteorología, Climatología y Geofísica, a la AFP.

En un primer momento la alerta de tsunami también afectó a Japón, Taiwán y varias islas del Pacífico, pero fue rápidamente levantada.

Filipinas se asienta sobre el llamado “Anillo de Fuego del Pacífico”, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.

Terremotos de magnitud superior a 5 grados en la escala abierta de Richter se registran de manera esporádica en el sur de Mindanao, Batanes y en la región oriental de Bicol.

El Inocar descarta alerta en las costas ecuatorianas

El Instituto Oceanográfico de la Armada del Ecuador (Inocar) descartó que el terremoto de 7,6 grados Richter registrado ayer  en Filipinas pueda generar un tsunami en las costas ecuatorianas.

El organismo indicó que “este fenómeno natural no reunió las condiciones para generar una alerta de tsunamis en la costa continental e insular del Ecuador”.

También destacó que hasta el 4 de septiembre se observará en las costas ecuatorianas olas de hasta tres metros de altura, pero que no tienen relación con el evento ocurrido en Filipinas.