Publicidad
Un grupo de israelíes protesta de forma violenta en contra de inmigrantes ilegales africanos
Una manifestación de israelíes contra la inmigración africana degeneró en actos de violencia racista en Tel Aviv y desencadenó ayer una fuerte polémica sobre la presencia en Israel de unas 60.000 personas que buscan refugio, en su mayoría sudaneses y eritreos.
En la noche del miércoles, unos mil israelíes se manifestaron en el barrio desfavorecido de HaTikva, en el sur de Tel Aviv, gritando "¡los sudaneses a Sudán!" o "¡fuera los negros!", y criticando a las "buenas conciencias izquierdistas" que defienden a esos extranjeros.
Algunos manifestantes atacaron y saquearon tiendas regentadas por africanos y apedrearon automóviles en los que viajaban inmigrantes, indicó el portavoz de la Policía, Micky Rosenfeld.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, condenó la violencia ayer, pero prometió que su gobierno empezará a expulsar "pronto" a los “inmigrantes ilegales”.
Para impedir el ingreso de inmigrantes, el gobierno judío aceleró la construcción de una barrera de 250 km en su frontera con Egipto, muy porosa al encontrarse en pleno desierto del Sinaí. Se espera que las obras terminen a fin de año.