Mientras el gobierno de Kiev ha dejado claro que mantendrá la ofensiva militar contra las milicias prorrusas,   que ya empezaron la operación contra la ciudad costera de Mariupol, región de Donetsk.  

Varios países se han pronunciado frente a los ataques que se viven. El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró ayer que su Gobierno no contempla en ningún caso la posibilidad de una secesión del este de Ucrania y advirtió sobre los riesgos de quitar demasiado poder a la administración central del país.

“Nosotros no contemplamos nunca la ruptura, porque hemos defendido desde el primer momento (...) el principio de la integridad territorial”, señaló García-Margallo.

El Gobierno estadounidense, en cambio, denunció la convocatoria de referendos separatistas en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk por ser un remedo de lo ocurrido en Crimea, que fue anexionada por Rusia el mes pasado.

“Rechazamos de plano los esfuerzos ilegales de seguir dividiendo Ucrania. Esto es otra vez la misma hoja de ruta que en Crimea”, aseveró el portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki. EFE