El primer ministro griego, Alexis Tsipras, mantuvo su rechazo a algunas de las propuestas hechas por los acreedores de Atenas para obtener el aval de sus socios en la zona euro y desbloquear así un tramo de la ayuda financiera vital para el país.

Al término de una reunión-que duró más de 4 horas- en Bruselas con los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, Tsipras estimó que el plan de reformas propuesto por sus acreedores "tiene muchos puntos que nadie puede considerar como una base de discusión".

"Hablamos de un país que estos últimos cinco años sufrió una gran catástrofe económica, perdió 25% de su PIB luego de cinco años de dura austeridad. Las propuestas que conllevan un recorte de las pensiones más bajas o un aumento del IVA a la electricidad no pueden ser las bases para una discusión", dijo.

"El resultado es que la propuesta griega sigue siendo la única realista sobre la mesa", añadió el jefe de gobierno griego, quien destacó no obstante "puntos en común" con la propuesta de los acreedores de Grecia.

Tsipras rescató además la "disposición constructiva" de la Comisión para "hallar un acuerdo", a lo que agregó que las propuestas de Grecia son la base para ese acuerdo.

"Fue una buena reunión, constructiva. Se lograron avances en la comprensión de las posiciones de cada uno sobre la base de varias propuestas. Se convino que se volverían a reunir", indicó la Comisión Europea en un comunicado.

En el mismo sentido se expresó el presidente del Eurogrupo al terminar el encuentro. "Ha sido una muy buena reunión. Continuaremos las discusiones en los próximos días", dijo.

La Comisión Europea no esperaba que el encuentro de hoy desembocara en un acuerdo final. "Se trata de una primera discusión no de una conclusión", dijo más temprano el portavoz del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas.

Por su parte, el Ministerio de Finanzas alemán dejó claro que las negociaciones se harían sobre la base de la propuesta que presenten los acreedores - Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional- y no de la "propuesta griega".

Se trataba, según una fuente griega, de un documento de 46 páginas con reformas y medidas de ajuste con las que espera que los acreedores desbloqueen 7.200 millones de euros en préstamos.

El doumento prevé una reforma del IVA, la unificación gradual de las cajas de pensiones, la supresión de las jubilaciones anticipadas y la aceleración del proceso de privatizaciones.

Este fue el segundo encuentro de alto nivel desde el lunes, cuando se reunieron en Berlín la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, el presidente del BCE, Mario Draghi, y Juncker con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande.

Atenas y sus acreedores discuten desde hace meses las reformas exigidas a cambio del giro del último tramo del rescate financiero a Grecia que desde 2010 recibió unos 240.000 millones de euros en préstamos.

El giro está bloqueado desde el otoño pasado y la llegada al poder de la izquierda radical en Grecia, así como las exigencias de los acreedores del país, bloquearon todo compromiso.

Un acuerdo entre las dos partes permitirá iniciar las discusiones sobre un eventual tercer rescate al país.

El tiempo apremia. Grecia debe saldar unos 300 millones de euros al FMI esta semana de un total de 1.600 millones de euros que debe pagar en junio.

Atenas quiere garantías sobre un acuerdo con sus acreedores para proceder al pago, según el gobierno griego.

La bancada de Syriza se reunirá el jueves para analizar las propuestas de acuerdo, una etapa esencial ya que Tsipras necesitará una mayoría parlamentaria para aprobar la lista de reformas.

Los acreedores de Grecia y sus socios de la zona euro deben validar a más tardar un acuerdo en la reunión del Eurogrupo del 18 de junio, antes de que expire el plan de rescate el 30 de junio. (I)