Son como las estanterías de los almacenes del un local de muebles, allí donde la clientela se suele perder en busca de su pedido, pero en los anaquelesno hay sillas, ni mesas, ni muebles, sino bolsas blancas de plástico llenas de huesos humanos. Huesos que pertenecen en su mayoría a algunos de los 8.100 hombres y niños musulmanes que fueronejecutados en Srebrenicapor fuerzas serbobosnias en julio de 1995.

El portal el Mundo cita que tras 20 años del genocidio, esos restos humanos continúan ahí, en los estantes del tétrico y espeluznante depósito de la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas (ICMP en sus siglas en inglés) en la ciudad bosnia de Tuzla, sin que se hayan podido identificar. No coinciden con ninguna de las miles de muestras de ADN que se han tomado a los familiares de las víctimas.

Holanda no ha pasado página, pese a que el gobierno se vio obligado a dimitir en 2002.

La peor matanza cometida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, calificada de genocidio por la justicia internacional, se produjo en julio de 1995, cuando los cascos azules, mal armados y poco numerosos, no pudieron impedir la caída del enclave, declarado "zona protegida" por la ONU.

Atrincherados en su base militar, cerca de allí, los holandeses acogieron a miles de refugiados pero cerraron la puerta a otros debido a la "situación humanitaria". Luego permitieron que los serbobosnios desalojaran a los que se habían refugiado en la base.

 Impotencia

Holanda presume de su tradicional participación en las misiones de mantenimiento de la paz y de justicia internacional, pero "se ha visto confrontada a su impotencia", asegura a la AFP Ko Colijn, investigador de política y seguridad internacional en el Instituto Cligendael.

Numerosos informes deducen que los holandeses aceptaron la misión por motivos morales, sin estudiar si era viable.

Estos expertos consideran que en este "error de apreciación" influyó un posible sentimiento de culpa, debido a la colaboración durante la Segunda Guerra Mundial y motivos políticos. En aquel entonces, ningún otro país deseaba proporcionar tropas a la ONU.

El ministro de Defensa holandés de entonces, Joris Voorhoeve, asegura que las polémicas recurrentes se deben "a la tendencia calvinista de los holandeses a autoflagelarse".

"Y al poder del vídeo", añade, refiriéndose a las imágenes del comandante Thom Karremans en compañía del jefe militar de los serbios de Bosnia Ratko Mladic. "Estas imágenes han causado conmoción pero no muestran las horas de negociaciones, los desacuerdos..."

Disculpas limitadas                 

Los supervivientes y las familias de las víctimas estiman que Holanda no ha hecho todo lo posible para impedir la masacre y exigen disculpas de La Haya.

"Hay que disculparse ante los niños que han crecido sin su padre, sus tíos, sus hermanos", asegura a la AFP Mohamed Dukovic, que tenía 17 años entonces y sobrevivió huyendo a las montañas.

Los cascos azules fueron tachados de cobardes, pero ellos aseguran que hicieron lo posible con sus medios "limitados".

"Hicimos lo que pudimos pero nos abandonaron, y a mucha gente le cuesta entenderlo", explica a la AFP un exmiembro de los cascos azules, Ludy de Vos. Y asegura que sus compañeros de antes padecen síndrome de estrés postraumático.

En septiembre de 2013, después de una batalla jurídica de 10 años, Holanda se convirtió en el primer Estado declarado responsable de las acciones de sus soldados bajo mandato de la ONU.

La Haya se disculpó a finales de junio por la muerte de tres musulmanes, pero no por los otros miles de fallecidos. Y eso que en otro caso fue declarada responsable de la muerte de 300 personas evacuadas de la base de los cascos azules.

La matanza de Srebrenica también repercute en la política internacional del país. Ahora los holandeses se aseguran de no tener que contar con nadie antes del envío de tropas al extranjero.

Después de lo sucedido en 1995, la ONU revisó el principio de "zonas protegidas" y realizó un estudio sobre las misiones de mantenimiento de la paz, lo que motivó una serie de reformas.

Yasushi Akashi, que era representante especial de las Naciones Unidas en Bosnia, reconoce que el Consejo de Seguridad tampoco examinó la "factibilidad" de sus resoluciones.

"Hemos enviado soldados para mantener la paz -aseguró- cuando no había paz que mantener".

Datos:

* 8.100 hombres y menores musulmanes fueron ejecutados por fuerzas serbobosnias en el enclave de Srebrenica en julio de 1995, a pesar de que era una zona protegida por la ONU.

* 46 personas han sido juzgadas por los tribunales bosnios por la masacre.

* El Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) imputó a 21 personas.

* Dos de los principales acusados cuyo proceso continúa en el TPIY son Radovan Karadzic y Ratko Mladic. Slodoban Milosevic murió antes de que finalizara el juicio.

La ONU admitió en 1999 su "error" en lo ocurrido al actuar con "neutralidad", y en 2001 Holanda asumió su parte de responsabilidad ya que sus cascos azules estaban en la zona. (I)