Preguntas sin respuestas, acusaciones cruzadas y dos modelos distintos de país sobre la mesa. El inédito debate del domingo por la noche entre los candidatos presidenciales del gobernante Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli, y de la alianza derechista Cambiemos, Mauricio Macri, dejó en claro que el 22 de noviembre los argentinos elegirán entre dos propuestas ideológicas distintas para los próximos cuatro años.

El debate, celebrado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), paralizó virtualmente al país austral, con picos de rating de 53 puntos, 2 menos que la final del Mundial de Brasil 2014 entre las selecciones de Argentina y Alemania.

Fue un intercambio colmado de cruces picantes, acusaciones mutuas y palabras ásperas entre 2 candidatos que se esforzaron por mostrarse agresivos y firmes. Ninguno de los 2 pudo sacar una ventaja clara durante los 75 minutos que duraron las exposiciones: no hubo knock out y en todo caso el ganador se definió por puntos. ¿Pero quién fue el triunfador? La respuesta se encolumnará del lado de la balanza que respalde cada elector.

Según los sondeos previos, solo el 16% aceptó que podía cambiar su voto tras el debate y un 10% se mostraba indeciso. El resto, casi el 75% del electorado, dijo que no cambiaría por nada su voto más allá del resultado del debate. Esa franja del 25% definirá al ganador del balotaje el domingo. Según los últimos sondeos, Macri aventajaba a su rival por 6 a 8 puntos.

Para el analista Rosendo Fraga, del Centro de Estudios para una Nueva Mayoría, “en ninguno de los dos candidatos se registraron grandes sorpresas ni golpes de efectos inesperados, aunque tuvieron posiciones firmes y se criticaron, tanto en sus propuestas como en sus respectivas gestiones de ocho años gobernando los dos distritos más importantes del país, la provincia (Scioli) y la ciudad de Buenos Aires (Macri)”.

“No eludieron críticas y por lo general, al recibirlas, no se enfrascaron en responderlas. El candidato de Cambiemos actuó como alguien consciente de que está ganando y en consecuencia tenía que arriesgar poco, más bien buscar no perder lo alcanzado. El del FPV tenía que retomar su condición de ser la continuidad y el cambio al mismo tiempo”, sintetizó.

El debate se pareció más a un ring de boxeo donde, de entrada, Macri fue más agresivo, sorprendiendo a su rival con duras acusaciones llamando a Scioli “cínico y mentiroso” porque este lo acusó de  planear un ajuste y un regreso al neoliberalismo de los años 90 en caso de llegar a la Casa Rosada. “No vamos a hacer ajustes”, replicó Macri, quien acusó a su rival  de intentar “demonizar” su figura.

Pero Scioli logró emparejar el rumbo defendiendo el rol del Estado y terminó más armado cuando dejó en claro las diferencias entre ambos proyectos: “Ahora hay que optar por dos caminos, uno hacia la agenda del desarrollo y otro bajo el engaño de la palabra cambiemos que viene bajo el brazo con la palabra ‘ajuste’ y poner de rodillas al país ante el Fondo Monetario Internacional y los ‘fondos buitre’”.

La pregunta que se hacen hoy los argentinos es si el debate le servirá a Scioli para revertir la desventaja que le atribuyen distintas encuestas. El analista Raúl Aragón dijo que esa posibilidad “está por verse”, aunque su colega Rosendo Fraga afirmó que “si bien el debate no parece haber alterado sustancialmente la situación electoral, sí ha significado un avance institucional”.

“Macri parece haber tenido éxito en no defraudar a sus votantes y al mismo tiempo no asustar a los indecisos, que quizás era el objetivo de Scioli”, resumió.

Ahora, queda solo el último tramo de la campaña que concluirá formalmente este jueves. Scioli se concentrará en el cono urbano bonaerense, su bastión, y Macri en el centro del país, el más rico, donde los sondeos le otorgan un triunfo holgado, y en el norte, más afín al kirchnerismo, donde cerrará su campaña.

El día después del debate, la sociedad y los analistas se dividieron en torno al ganador. El economista y exdirigente del extinto partido neoliberal Ucede (Unión de Centro Democrático, cuna de Propuesta Republicana de Macri), Carlos Maslaton, dijo que, si bien votará a Cambiemos, Scioli lo sorprendió completamente.

“Habló bien, fue espontáneo, muy claro en el mensaje desde el punto de vista del programa al que adhiere, aunque yo no lo comparta. Cuántos puedan pasar de la indefinición en que se encuentran a elegirlo es algo que excede a la valoración del debate en sí. Scioli tuvo cuanto menos en esta jornada un momento de recuperación personal y político significativo”, concluyó Maslaton. (I)