El ministro británico de Finanzas, George Osborne, anunció este lunes la suspensión de los vínculos financieros de las entidades de su país con los bancos de Irán.

La medida implica que todas las instituciones de Reino Unido deben parar sus transacciones y relaciones comerciales con la entidades de ese país, incluído el Banco Central de Irán.

Osborne indicó que los bancos iraníes desempeñan "un papel crucial" para ayudar a desarrollar el programa nuclear de Teherán, cuya finalidad, considera, es construir armas atómicas.

El Reino Unido adoptó está decisión tras las últimas revisiones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre la capacidad nuclear de Teherán, cuyo informe indica que existen indicios de que Irán trabaja para desarrollar bombas atómicas.

Reino Unido y otras potencias occidentales creen que esos indicios son "creíbles".