A unas horas de la sesión de investidura, el PSOE envió ayer su última oferta al bloque de partidos de izquierda que encabeza Podemos con la esperanza de que sus 71 representantes se sumen a los 131 diputados que el miércoles apoyarán la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno español. Sin embargo, todo parece inútil. El líder de la formación progresista, Pablo Iglesias, rechazó ayer las nuevas medidas introducidas por los socialistas al considerarlas poco serias. En opinión de Iglesias, se trata de una propuesta que enmascara los puntos “más vergonzosos” del pacto alcanzado con Ciudadanos.

De no conseguir el voto afirmativo de los tres partidos de izquierda parlamentaria en la jornada de votación que se celebrará mañana, las posibilidades de que Sánchez pueda sacar adelante su proyecto de gobierno son casi nulas. Si fracasa en su intento de sumar los 176 apoyos que marca la mayoría absoluta, aún le quedará una última oportunidad. Apenas 48 horas después, el viernes, Sánchez pasará el segundo y definitivo examen del Congreso, menos exigente que la primera roda en cuanto a apoyos, pero que necesitará la abstención de la izquierda y de los 123 diputados del PP, algo que a estas horas también parece descartado. (I)