La Policía de Bolivia confirmó que al menos 17 personas fallecieron y unas 30 resultaron heridas en un choque ocurrido la pasada medianoche en el este de Bolivia.

Se trata del cuarto accidente de gravedad que se produce en las carreteras bolivianas en menos de una semana.

Dos autobuses de servicio público colisionaron frontalmente cerca del pueblo de Taperas, situado unos 310 kilómetros al este de la ciudad oriental de Santa Cruz.

Los heridos fueron llevados a un hospital en el pueblo vecino de San José de Chiquitos, mientras que la Policía continúa trabajando en el rescate de los cuerpos.

El primero de los siniestros graves ocurridos en los últimos días en las carreteras de ese país se registró el pasado viernes también en Santa Cruz, con un saldo de ocho muertos y 43 heridos.

En el segundo accidente, que tuvo lugar el lunes en la llamada "carretera de la muerte", en la zona de Los Yungas, 18 personas fallecieron, 11 continúan desaparecidas y 25 fueron rescatadas con heridas de diversa consideración al caer en un precipicio de 400 metros el autobús en que viajaban.

La recuperación de los cadáveres se ha dificultado debido a que el autobús cayó en un río cuya corriente pudo arrastrar varios cuerpos, según testigos presenciales.

El tercer accidente ocurrió ayer en la región andina de Oruro, en el oeste boliviano, dejando 20 fallecidos y 32 heridos.

Los accidentes en las precarias carreteras de Bolivia, uno de los países más pobres de América, dejan anualmente cerca de 1.000 muertos y 40.000 heridos.