Bruselas-París.-

Tres de los 7 sospechosos, incluido el cerebro de los ataques de París (Abdelhamid Abaaoud) del viernes pasado, pertenecen a la segunda generación de ciudadanos árabes y musulmanes. Ellos crecieron en Molenbeek, una especie de condado independiente de Bélgica ubicado a 10 minutos de la capital Bruselas.

También de Molenbeek fue el descendiente argelino sospechoso de atacar un museo judío en Bruselas. Por si fuera poco la Policía francesa sospecha que en este vecindario lleno de grafitis y restaurantes árabes se compraron las armas usadas en el asalto a la revista Charlie Hebdo y la tienda judía de productos kosher de enero pasado.

Este barrio sería el segundo más pobre de Bruselas, y ha captado la atención de los medios internacionales.

El New York Post, el Times y hasta The Wall Street Journal enviaron a sus reporteros para tratar de entender qué ocurre en Molebeek y por qué allí estaría el corazón del llamado yihadismo. Mirando las fotografías que llegan de las agencias, este vecindario con su propia alcaldesa y unos 75.000 habitantes, parecería un barrio hiptster de Brooklyn (Nueva York) con muchos cafés, bares al aire libre y calles empedradas. Lo cierto es que la municipalidad, una de las 19 de Bruselas, tiene uno de los índices de desempleo más altos del país. Se ubica en el 30% y el porcentaje nacional es 23,2%. En el caso de los jóvenes, la falta de trabajo formal se ubica en 43,6%.

El desempleo y la falta de oportunidades es un anzuelo para reclutar jóvenes para el Estado Islámico (EI), dijo la alcaldesa Francoise Schepmans, en una entrevista al portal Vice. “El problema con una ciudad como la mía es que necesitamos más policías, más dinero para tomar acciones fuertes. Hacerlo solos es muy difícil”, expresó Schepman, quien se lamenta ahora de  la mala reputación de Molenbeek.

DATOS

Tres de cada 4 inmigrantes marroquíes en el mundo viven en Europa, según el estudio ‘Marroquíes del exterior 2013’, elaborado por la Fundación Hasan II.

A pesar del crecimiento económico que ha experimentado Marruecos, la emigración sigue siendo un objetivo para muchos ciudadanos, sobre todo jóvenes. Más de un millón de marroquíes viven en Francia.

Casi el 98% de los marroquíes son musulmanes y de la rama suní. Al menos el 1% es cristiano. Marruecos es considerado uno de los 22 países árabes. Fue colonia de Francia en el siglo XX.

Una persona árabe es alguien nacido en un país árabe, pero independiente de su religión. Si bien la mayoría es musulmana,  también hay minorías cristianas y judías. Mientras que el término islamita se refiere a las posturas políticas radicales. Luego de la masacre de París, la Policía francesa viajó al barrio de Bruselas para una redada. Las calles se cerraron y entre las personas que atraparon estaba el hermano de Brahim Abdeslam, uno de los atacantes de París que murió en los atentados. Su nombre era Mohamed y luego fue liberado por falta de cargos. El otro hermano Salah, también participante de los hechos en la capital francesa, está fugitivo.

Todos eran vecinos de Abdelhamid Abaaoud, quien murió abatido el miércoles en una redada de 7 horas en Saint Denis, en París.

Sobre Abaaoud hay toda una historia detrás. El joven se enroló al EI en 2014 y partió junto a otros 500 jóvenes a Siria para entrenarse. “Era un tontito” que hostigaba a sus compañeros y profesores o que era detenido por robar billeteras, contó, pidiendo el anonimato, un excompañero de clase al tabloide popular belga La Dernière Heure.

Abaaoud, al igual que los hermanos de Mohamed, tenía antecedentes policiales en Bélgica. La familia del llamado cerebro de los ataques de París provenía de una familia marroquí, cuyo padre había emigrado a Bruselas hace 40 años.

“Teníamos una buena vida, sí, incluso una vida fantástica aquí. Abdelhamid no era un niño difícil y se había convertido en buen comerciante. Pero de repente se fue a Siria. Me pregunté todos los días la razón por la que se radicalizó a este punto. Nunca obtuve una respuesta”, declaró su padre, Omar Abaaoud, en enero al periódico La Dernière Heure.

Al igual que Omar, miles de marroquíes comenzaron a llegar a Europa a partir de 1960, por el propio pedido de mano de obra de Francia, Inglaterra y otros países. Siglos antes lo hicieron a España, donde en su momento fueron la primera minoría de migrantes.

Ya en 1990, una investigación española indicó que Francia era el principal destino de los habitantes de Marruecos (722.000 viviendo en ese país), luego le sigue Bélgica (170.000). Este último país, con unos 11’000.000 de habitantes, ha enviado la mayor cantidad de combatientes a EI en Europa.

En el caso de Molenbeek, el barrio está lleno de marroquíes, “más de la mitad de la población es musulmana, pero a diferencia de otros lugares en Bruselas donde una mezcla de culturas, aquí todo es monocultural y predomina el islam”, dijo Claude Moniquet, un experto en seguridad citado por el periódico Wall Street Journal.

El propio ministro del Interior belga, Jan Jambon, indicó que hasta el momento más de 270 ciudadanos (descendientes de marroquíes) están en Siria unidos al EI. Incluso Amberes, la capital del comercio de los diamantes, es hogar de la agrupación Sharia4Belgium (Ley Sharia para Bélgica), que ha enviado docenas de personas a combatir a Raqa y otras ciudades sirias.

En el imaginario sudamericano y de otros países, Bélgica es un país de grandes avenidas y comercio lujoso, pero también hay barrios como Molanbeek y musulmanes que rechazan al EI. Ellos luego de las redadas pusieron en las puertas de sus casas carteles con señales de paz. Ayer se desarrollaron otros 6 allanamientos y se detuvieron a 7 personas más. (I)