El próximo sábado iniciará el proceso de salida de niños y adolescentes adscritos a las filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que serán reubicados en centros de acogida del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Una desmovilización que se enmarca en los acuerdos de paz suscritos con el Gobierno colombiano.

Para ello se conformará un equipo de traslado desde el punto de salida, compuesto por personal del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que coordinará las operaciones, y dos delegados de las organizaciones sociales, que integran la mesa técnica que revisa el cumplimiento del acuerdo.

En el lugar de salida, el CICR valorará preliminarmente el estado de salud física y mental de los menores de edad, verificará sus identidades y su información personal básica de lo cual dejará constancia en el acta de entrega.

Los menores serán transferidos después al equipo de recepción conformado por representantes de Unicef, que los someterá en los centros de acogida a una segunda valoración médica y psicológica, para luego iniciar “las actividades preparatorias para la fase de reincorporación, reparación integral e inclusión social”, señala el acuerdo.

El CICR será el único vocero encargado de informar públicamente sobre los avances en el cumplimiento de este protocolo, en la primera fase de salida de menores de edad de los campamentos de las FARC.

250.000 niños afectados

Un informe de Unicef señala que el conflicto armado en Colombia afectó a más de 250.000 niños desde que a finales de 2012 arrancaron las conversaciones de paz. De ellos, 1.000 fueron utilizados o reclutados por grupos armados durante ese período.

El informe indica que 75 menores fueron asesinados, 130 muertos o mutilados por minas y 180 heridos en los últimos 3 años.

Al menos 65 escuelas fueron destruidas por combates o utilizadas con fines militares, denuncia Unicef y agrega que hubo 10 maestros asesinados desde 2013.

A todo ello se suma un mínimo de 180 menores víctimas de violencia sexual y más de 230.000 desplazados de sus hogares.

El pasado 15 de mayo, las FARC y el Gobierno acordaron establecer una hoja de ruta para la entrega de los menores de 15 años que están en sus filas, la consolidación de un programa especial para su atención y la claridad sobre su responsabilidad en el conflicto armado colombiano.

Esto después de que el 10 de febrero, la guerrilla anunció la puesta en fin del reclutamiento de menores de 15 años, pero no se había aclarado si se devolvería a los menores ya reclutados y cuál sería el protocolo de entrega.

El acuerdo de paz, que será firmado el 26 de septiembre, reconoce a los menores de edad como víctimas del conflicto armado, respeta su integridad y derechos como niños y niñas, y pide una integración prioritaria familiar y comunitaria, entre otras cosas.

El documento indica, además, que los menores de 14 años en ningún caso pueden ser declarados penalmente responsables y recibirán el beneficio del indulto por la rebelión y delitos conexos cuando no haya impedimento en las leyes colombianas.

Respecto a los menores de edad que estuvieren procesados o condenados por la comisión de delitos no amnistiables o indultables, en una fase posterior, se estudiará su situación.

Después de casi 4 años de negociaciones en La Habana, Cuba, el Gobierno colombiano y las FARC alcanzaron un acuerdo de paz para terminar el conflicto armado de medio siglo, que dejó un saldo de al menos 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados. (I)