El histórico Encuentro Mundial de los Movimientos Sociales (EMMS) con el papa Francisco debatió 3 temas principales -tierra, trabajo, vivienda- y produjo la Declaración Final, una especie de ‘La Carta de los Excluidos a los Excluidos’, que servirá de base para el trabajo de los movimientos sociales en sus respectivos países.

El encuentro se realizó entre el  27 y 29 de octubre, en el Vaticano. El documento resume que la búsqueda incesante del lucro es lo que motiva la guerra, la violencia, los conflictos étnicos y los problemas ambientales, como por ejemplo la deforestación. La actuación de la Iglesia y de los movimientos sociales es vista, por lo tanto, como imprescindible para enfrentar lo que es considerado “genocidio y terricidio”. “Deben ser garantizados el acceso pleno, estable, seguro e integral a la tierra, al trabajo y a la vivienda, pues constituyen derechos humanos inalienables e inherentes a las personas y su dignidad”, se afirma en el documento recogido por la agencia ALAI.

Se observa, finalmente, la necesidad e importancia de trabajar pautas éticas de conducta tanto en la esfera individual como en la grupal, así como en la esfera social de la vida humana.

En la cita los participantes, unos 100 dirigentes sociales, así como obispos, agentes de pastorales, intelectuales y académicos,  analizaron las causas estructurales de la desigualdad y de la exclusión, con raíces sistémicas y de expresiones locales y cómo la naturaleza “predatoria del capitalismo coloca al lucro por encima del ser humano”. La violencia y la guerra, en particular la situación grave en Oriente Medio, fueron parte de la pauta, resaltándose las agresiones sufridas por el pueblo palestino y kurdo.

El encuentro permitió a los participantes compartir las experiencias exitosas en el área del trabajo, en el área ambiental (como la recuperación de millones de hectáreas de tierra para la agricultura) y también en el sector de la vivienda. Al final, las delegaciones de los movimientos produjeron, además del documento ‘La Carta de los Excluidos a los Excluidos’ (que será distribuido masivamente), también una propuesta de creación de un espacio de interlocución permanente entre los movimientos populares y la Iglesia.