Los residentes del estado de Florida vaciaron los estantes de supermercados y gasolineras de agua embotellada y productos perecibles ante la posible llegada del huracán Dorian.

La tormenta tropical pasó sin dejar mayor daño en Puerto Rico y las Islas Vírgenes. Sin embargo, Jeffrey Simmons, director interino del Departamento de Meteorología del EE.UU., dijo que el mal tiempo podría afectar mañana viernes 30 de agosto del 2019 al sureste de Bahamas y las Islas Turcas y Caicos.

Este es el segundo huracán de la temporada 2019 que llegará al suelo estadounidense.

El Centro Nacional de Huracanes también anunció que se espera que el huracán categoría 1 suba a 4. Es decir, será potencialmente catastrófica con vientos de 130 mph (209 kph) y golpearía el lunes 2 de septiembre de 2019 a los Cayos de Florida y el sur de Georgia.

"Si llega a tierra como un huracán de categoría 3 o 4, es un gran problema", especificó el investigador de huracanes de la Universidad de Miami, Brian McNoldy. “Mucha gente se verá afectada. Muchos reclamaran sus seguros".

Ante la alerta de emergencia, este jueves 29 de agosto el presidente Donald Trump canceló su viaje de fin de semana a Polonia y declaró que Florida "va a estar totalmente lista".

The Washington Post detalló que con una trayectoria aún sin aclarar, las autoridades aún no ordenan evacuaciones masivas e inmediatas.

Sin embargo, a lo largo de la costa este de Florida, los gobiernos locales comenzaron a distribuir sacos de arena y los ciudadanos se apresuraron a abastecerse de alimentos, madera contrachapada y otros suministros de emergencia en supermercados y ferreterías. Los automovilistas también llenaron sus tanques y compraron latas de gasolina.

“Es importante que todos los floridanos monitoricen esta tormenta de cerca. Cada residente de la Florida debe tener siete días de suministros, incluyendo comida, agua y medicinas, y debe tener un plan en caso de desastre”, escribió el gobernador Ron DeSantis.