El número de cascos azules muertos en misiones de paz casi se duplicó el año pasado, pasando de 34 bajas en 2016 a 59 en 2017, una cifra "inaceptable" para el secretario general de la ONU, António Guterres.

Durante un debate abierto en el Consejo de Seguridad sobre este tema, Guterres admitió que "demasiado a menudo" las tropas de la ONU se limitan a tener una postura "defensiva", lo que las convierte en un blanco fácil para los ataques enemigos.

El secretario general de la ONU reconoció que los cascos azules suelen estar "mal equipados y mal preparados" y por ello anunció que la ONU está implantando nuevas medidas, como mejorar el entrenamiento de sus efectivos o revisar los equipos médicos.

Paralelamente, la ONU ha encargado informes independientes sobre sus misiones de paz que deben ayudar a repensar sus "prioridades" y "configuración".

El titular de Naciones Unidas recordó que, bajo su mandato, la ONU ha impulsado medidas para que las víctimas de abusos sexuales en operaciones de paz "tengan claro de qué manera pueden denunciar esas acusaciones" para acabar con la "impunidad" y "prevenir futuros casos".

Durante el último año, se destaparon varios casos de abusos sexuales por parte de cascos azules, como en la República Centroafricana, donde la ONU retiró a los efectivos de la República del Congo destinados a ese país después de que una investigación propia determinara que las repetidas denuncias de abusos sexuales contra ellos mostraban un problema "sistémico". (I)