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Euclidis Tsakalotos asumirá su cargo

Varoufakis: Es un orgullo ser odiado por los acreedores

Varoufakis: Es un orgullo ser odiado por los acreedores
06 de julio de 2015 - 10:08 - Agencias

"Portaré el odio de los acreedores con orgullo" aseveró el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, en un mensaje titulado "¡Ya no soy ministro!" en el que anunció su dimisión a través de su blog.

En sus redes sociales cuenta con más de 542.000 seguidores en Twitter, varios "clubs de fans" en Facebook e incluso inspiró un videojuego. Pero Yanis Varufakis no es cantante ni actor de Hollywood. Es un economista, profesor universitario durante casi la mitad de sus 54 años de vida y era, hasta el lunes en la mañana, el ministro de Finanzas de Grecia.

Considerado como uno de los políticos con mayor apoyo popular, los analistas de la BBC dicen que su figura -sin duda- fue trascendental ayer, a la hora de convencer a los ciudadanos griegos de votar "No" en el referendo que evaluaba la propuesta de rescate de la denominada Troika: la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El poco cariño mutuo entre el grupo y Varufakis no era secreto para nadie. Recién llegaba al ministerio en enero de este año cuando los llamó "un comité construido sobre cimientos podridos" y este fin de semana le aseguró al diario español El Mundo que lo que estaban haciendo con Grecia era "terrorismo".

El domingo 5 de julio, ganó el No, pero Grecia perdió a Varufakis. Porque su carisma y ese poder de convencimiento que movió multitudes por el "OXI" (No) no logró movilizar a sus principales contrapartes de la Troika, que fueron implacables: con Varufakis en la mesa, las conversaciones estaban en punto muerto.

"Poco después del anuncio de los resultados del referendo, se me hizo saber de una cierta preferencia por algunos de los participantes del Eurogrupo y varios socios por mi ausencia de sus reuniones; una idea que el primer ministro juzgó que sería potencialmente útil para que pudiera llegar a un acuerdo. Por esta razón dejo el ministerio de Finanzas hoy".

"Considero que es mi deber ayudar a Alexis Tsipras a explotar, como él considere, la decisión que el pueblo griego nos otorgó ayer mediante referéndum", afirma Varufakis. "Yo llevaré con orgullo el odio de los acreedores. Nosotros, los de la izquierda, sabemos cómo actuar colectivamente sin que nos importen los privilegios de un cargo. Voy a apoyar plenamente al primer ministro Tsipras, el nuevo Ministro de Finanzas, y a nuestro Gobierno".

Europa no quiso negociar con Varufakis

El ministro más emblemático del ejecutivo radical de izquierdas que gobierna Grecia desde enero había mantenido fuertes encontronazos con algunos ministros de países del euro así como con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Christine Lagarde.

Desde que asumió en enero el Gobierno izquierdista, Varufakis ha sido la figura más controvertida en el extranjero, y en las reuniones del Eurogrupo muchos ministros se quejaban más o menos abiertamente de que era cuando menos difícil colaborar con el titular griego. Esto llevó a que en abril Tsipras decidiera reducir su papel en las negociaciones en Bruselas dejando de facto al mando de las conversaciones al viceministro de Relaciones Internacionales Económicas, Euclidis Tsakalotos, quien acaba de asumir su cargo.

Una de sus primeras medidas al hacerse cargo de la golpeada billetera griega fue realizar una gira por el continente para visitar las principales capitales de sus acreedores: París, Londres, Roma y Berlín.

No se demoró en demostrar –e imponer- su estilo. El atlético ministro, de cabeza rapada, se negaba a usar corbata, rompiendo la tradicional etiqueta de 11 Downing Street, la residencia del ministro de Finanzas británico. Y su singular imagen, más afín a las camisas negras y chaquetas de cuero que a los trajes fascinó no sólo a los reporteros de negocios, sino también a los columnistas de moda y editores de prensa amarilla.

Sus colegas de la zona del euro, sin embargo, no estaban entre sus admiradores. En su primera reunión con ellos el 11 de febrero se negó a aprobar una declaración común por parte del Eurogrupo que implicaba que Atenas buscaría una extensión de su rescate.

A fines de marzo, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, declaró públicamente su molestia asegurando que Grecia había "destruido toda la confianza" y que podría "accidentalmente dejar la Eurozona".

Tampoco Christine Lagarde, la directora del FMI, cayó rendida ante sus encantos y se mantuvo firme en su postura que sin reformas no habría acuerdo y Grecia caería en default. Lagarde llegó a sugerir que las negociaciones sólo podrían progresar si había "adultos" en la misma sala.

La relación se volvió tan tensa que el 11 de junio los negociadores enviados por la jefa del FMI se pararon de la mesa en Bruselas, se tomaron un avión y regresaron a Washington en una acción nunca antes vista.

Varufakis no cedió. La semana pasada anunció que, ante las condiciones actuales, Grecia no pagaría y el martes el país se convirtió en el primero desarrollado en entrar en mora con el FMI.

Y este fin de semana, ad portas del referendo, Varufakis disparó una vez más contra sus acreedores. Aseguró que lo que Europa estaba haciendo con Grecia era "terrorismo" y comparó la política comunicacional de la Troika respecto de su país con la de la Alemania nazi.

Tsipras agradeció la gestión de Varufakis

Por su parte, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha agradecido a Yanis Varufakis su "incansable esfuerzo" para defender los intereses de Grecia en las negociaciones con los socios, informó el portavoz del Ejecutivo, Gavriil Sakelaridis.

"El primer ministro siente la necesidad de agradecerle (a Varufakis) su incansable esfuerzo para defender la posición y los intereses del Gobierno y el pueblo griego en condiciones muy difíciles", aseguró el portavoz. Asimismo, reconoció a Varufakis el "papel líder" que ha jugado en las negociaciones con los acreedores desde que el partido izquierdista Syriza ganó las elecciones generales del 25 de enero.

Biografía:

Varufakis nació el 24 de marzo de 1961 en Atenas. Se graduó de la escuela privada Moraitis, una de las principales cunas de la élite política y económica de Grecia.

Su padre, Giorgos, de 89 años, es presidente de Halyvourgiki, un gigante industrial griego.

Pero la cuna de oro no le impidió a Varufakis abrazar los ideales marxistas. "Karl Marx fue el responsable de la elaboración de mi perspectiva del mundo, desde mi infancia hasta hoy".

Tras Moraitis, sus padres le enviaron a Reino Unido para protegerlo de los paramilitares que a principios de los 80 tenían a los estudiantes en el blanco.

Obtuvo su doctorado en Economía en la Universidad de Essex, donde también fue profesor. También hizo clases en la Universidad de East Anglia y Cambridge, pero la tercera victoria electoral de Margaret Thatcher en 1987 resultó demasiado dura de soportar para Varufakis, que comenzó a "planear su fuga" de Reino Unido.

Su destino de escape no fue Grecia, eso sí, sino Australia, donde fue profesor de economía en la Universidad de Sídney.

Regresó a Atenas en 2000, una decisión que atribuyó a una combinación de nostalgia junto con el "aborrecimiento del giro conservador" de la isla. (I)

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