El Senado brasileño se reúne para analizar el informe del senador socialdemócrata Antonio Anastasia, quien está a favor del juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, acusada de malversar cuentas públicas.

Mientras los Juegos Olímpicos de Rio-2016 captan la atención de los brasileños, que al igual que el resto de Sudamérica por primera vez pueden ver a la élite del deporte mundial en sus tierras, todos descuentan que el Senado dará un fuerte respaldo al impeachment contra la primera mujer presidenta de Brasil.

La sesión es coordinada por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, y debe durar aproximadamente 20 horas; de ser aprobado el documento presentado por la oposición, el juicio tendrá lugar a finales de este mes.

La sesión de este martes inicia con la presentación de cuestiones de orden, luego se leerá el informe de Anastasia y, a partir de entonces, cada senador tendrá diez minutos para pronunciarse.

La semana pasada, en reunión con los líderes de los partidos políticos, Lewandowski concertó detalles como la votación electrónica y las interrupciones de una hora a cada cuatro en las sesiones para descanso de los parlamentarios.

La expectativa es que todas las votaciones se realicen en la madrugada del miércoles. Bastará que una mayoría simple -mitad de los presentes más uno- apoye la acusación para aprobar el inicio de un juicio de destitución de la mandataria.

Rousseff es acusada por la oposición de variar las cuentas públicas de 2014 y 2015, así como haber cargado a los bancos del Estado gastos correspondientes al Gobierno.

En varias ocasiones la mandataria expresó que el impeachment es una farsa para sacarla del poder a través de un golpe parlamentario; es una situación que pondría en riesgo a todo Brasil porque un Gobierno sin voto no se respeta, dijo al respecto.

Rousseff, una exguerrillera de 68 años que fue suspendida del cargo el 12 de mayo, denuncia que su vice, Michel Temer, que la sucedió provisoriamente, orquestó un "golpe" en su contra.

Acusada de haber violado la Constitución al aprobar gastos sin la venia del Congreso y suscribir decretos para financiar al Tesoro con la banca pública, sobre todo en su campaña de reelección de 2014, Rousseff podría perder su mandato y quedar inhabilitada para ejercer cargos públicos por ocho años.

Capítulo final 

A sus 75 años, Temer lidera un frente pro impeachment para asegurarse la presidencia hasta el 31 de diciembre del 2018, hasta cuando debía gobernar Rousseff.

Diez días atrás, Temer pidió acelerar el impeachment porque la gente "necesita saber quién es el presidente". Su plan, dijo, es partir al G20 en China a inicios de setiembre como presidente de los brasileños, sin el adjetivo "interino".

Si el Senado así lo decide, el juicio comenzaría en torno al 25 de agosto, 4 días después de la clausura de Rio-2016. Durará 5 días.

Una amplia mayoría de los congresistas considera que la ahijada política del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva será derrotada en la votación que se celebrará el último día. Destituirla requerirá el apoyo de al menos dos tercios (54) de los 81 senadores. (I)