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El nuevo presidente de Argentina se definiría mediante el balotaje

Foto: AFP
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26 de octubre de 2015 - 00:00 - Marcelo Izquierdo y agencias. Corresponsal en Buenos Aires

El candidato del partido Frente para la Victoria (FpV), Daniel Scioli, apoyado por la presidenta Cristina Kirchner, y el conservador Mauricio Macri, competirán en el primer balotaje de la historia argentina previsto para el 22 de noviembre, informaron la medianoche de ayer las autoridades electorales.

Con 67,13% de los votos escrutados, Macri obtuvo con su alianza de derecha Cambiemos el 36,24%, frente al 34,70% del oficialista Scioli. El candidato que los sigue es Sergio Massa, de la alianza Unidos por una Nueva Argentina (UNA), con 21,09% (3’550.638). Aún faltaba por escrutar el 45% de las mesas en la provincia de Buenos Aires.

La participación fue alta, del 79%, cuatro puntos más que en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), del 9 de agosto pasado. Los comicios se celebraron en un marco de tranquilidad y transparencia, con denuncias menores de robos aislados de boletas en algunas mesas de votación.

“Cumplimos la promesa: les dejamos un país normal”, dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, tras votar en la escuela Nuestra Señora de Fátima de Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz.

La Constitución argentina dice que para ganar la elección se debe lograr el 45% de los votos o, al menos, 40% con 10 puntos de ventaja sobre su más inmediato perseguidor.

“La elección se desarrolló con normalidad, orden y en paz”, dijo el ministro de Justicia, Julio Alak. Una de las voceras de UNA, Graciela Camaño,  coincidió con esta visión: “la elección fue ejemplar”, dijo.

En la provincia de Buenos Aires, donde vota el 37% del padrón electoral, los comicios fueron muy reñidos para elegir al nuevo gobernador que reemplazará al propio Scioli. El oficialismo anunció la victoria del jefe de gabinete, Aníbal Fernández, sobre la postulante de Cambiemos, María Eugenia Vidal.

Desde la alianza derechista afirmaban que se luchaba voto a voto en territorio bonaerense, donde no hay balotaje y gana quien alcance mayoría de votos. “Estamos convencidos de que podemos ganar la provincia”, dijo Jorge Macri, primo de Mauricio Macri y alcalde de la localidad bonaerense de Vicente López.

Esta fue la octava elección presidencial tras la recuperación de la democracia en 1983. Se eligió al presidente y su vice; 24 senadores, 130 diputados, 11 gobernadores provinciales, 43 legisladores del Parlasur (Parlamento del Mercosur) y miles de alcaldes y concejales.

Además de Scioli, Macri y Massa, los otros tres candidatos –que las encuestas le atribuían menos del 5%- fueron Margarita Stolbizer, del frente Progresistas; Adolfo Rodríguez Saa, de la también peronista Alianza Compromiso Federal, y Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda.

Otros escenarios de lucha

Más allá de la lucha por la sucesión presidencial, el ‘kirchnerismo’ tenía una batalla compleja en el Parlamento, con un escenario complicado en diputados: ayer renovaba a los electos en 2011 cuando la presidenta saliente ganó el 54% de votos. De esa manera, el oficialismo y sus aliados deberán renovar los mandatos de 84 bancas.

Hasta este domingo contaba con 131 diputados, dos más que los necesarios para alcanzar quórum y asegurar el tratamiento de leyes propias. Pero en caso de repetirse el resultado de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 9 de agosto pasado, el número de bancas caería a 110, 20 menos que el ‘número mágico’.   

El ‘kirchnerismo’ confía en un alineamiento de fuerzas peronistas tras las elecciones detrás de Scioli, en caso de llegar a la presidencia, con la suma de legisladores electos por UNA y Alianza Compromiso Federal, que no apoyan al actual gobierno, pero que podrán ser seducidos por el nuevo poder.

En el Senado la situación es más tranquila. Allí renovará las bancas de quienes resultaron electos en el 2009, cuando el ‘kirchnerismo’ sufrió una dura derrota. El oficialismo tiene en la cámara alta 38 bancas, dos más que las necesarias para tener mayoría propia.

En caso de un triunfo de Cambiemos en las presidenciales el panorama será aún más complejo para el futuro ejecutivo. El ‘macrismo’ renueva 20 de sus 64 diputados y aspira a crecer con 20 bancas, pero quedaría muy lejos del quórum necesario. Debería negociar con otras fuerzas para llevar adelante sus proyectos. En el Senado su situación es peor, ya que la cámara alta está dominada por el ‘kirchnerismo’. (I)  

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