Corresponsal en Londres

La British Broadcasting Corporation (BBC), el medio público británico de referencia mundial que emplea a más de 16.000 trabajadores, atraviesa una de las crisis más profundas desde su creación en 1927. Luego de una reducción de casi 20% en su presupuesto anual, y de los crecientes desafíos por el avance de nuevas tecnologías digitales, el gobierno británico de David Cameron creó un panel de expertos para analizar el futuro de la empresa.

El ministro de Cultura, John Whittingdale, nombró a 8 expertos en el área de los medios y la comunicación para participar del grupo, que tendrá entre sus objetivos renovar la llamada Carta Orgánica de la BBC, documento que establece cómo debe financiarse la corporación de noticias y cuáles deben ser sus fines principales.

Entre los integrantes del panel está Dawn Airey, exdirectora del canal 5 de Londres; Colette Bowe, expresidenta del ente regulador de los medios, Ofcom; el profesor de periodismo Stewart Purvis; el director del grupo Arts Council England, Darren Henley; y la empresaria de medios digitales Lopa Patel.

La actual Carta Orgánica de la BBC expirará en 2016. Se trata de un contrato decenal firmado con las autoridades políticas, que establece el financiamiento público por medio del canon o impuesto a la televisión que pagan los hogares, y que es de 145,50 libras anuales ($ 227). En el Reino Unido, todo hogar que vea programas televisivos en vivo, ya sea por vía terrestre, satélite, cable o internet, debe pagar ese impuesto o enfrenta multas costosas. El dinero recaudado es destinado al financiamiento de los programas de televisión, radio y servicios online de la BBC.

Actualmente la BBC posee 10 canales de televisión nacionales, 10 emisoras de radio nacionales, 40 locales, páginas web, un servicio mundial en 27 lenguas y uno meteorológico.

En el período fiscal de 2013-2014, el ingreso total del impuesto a la televisión fue de 3.726 millones de libras ($ 5.800 millones), de los cuales el 16% fue provisto por el gobierno a través de concesiones.

La tarifa ha sido además objeto de críticas de los competidores de la BBC, como Sky, la plataforma de comunicaciones del magnate Rupert Murdoch, que la ven como una fórmula de competencia desleal.

Según Airey, que se desempeña en el comité directivo del sitio Yahoo, el impuesto debe ser reducido y la BBC tendría que considerar cobrar por contenidos online.

El gobierno británico tiene previsto publicar esta semana un documento en el cual cuestiona si la BBC debe ir en busca de mayor número de televidentes -por ejemplo a partir de programas de reality show-, o proveer mejores programas de servicio público a la población, principalmente aquellos de contenido social, educativo o de investigación.

El documento analiza también opciones para reemplazar el tributo a la televisión, ya sea con un impuesto por hogar a partir de un sistema de suscripción.

Además, propone reducir los servicios de internet de la cadena, cuestiona si la producción de noticias cumple con su responsabilidad de ser imparcial, si la producción de programas tiene que ser de forma independiente y cuál será el futuro de la BBC Worldwide, el brazo comercial de la firma, de acuerdo a un adelanto publicado este fin de semana por el semanario inglés The Sunday Times.

El gobierno evalúa en el documento si el BBC Trust, que regula la emisora pública, debe ser reemplazado por Ofcom. “Cada uno de los integrantes de este panel independiente traerá experiencia y habilidades para evaluar el futuro”, afirmó Whittingdale.

El ministro de Educación, el laborista Tristram Hunt, acusó al gobierno de tratar de “desmantelar” la BBC, entidad que consideró “es parte de la identidad británica y una de las grandes instituciones públicas de Gran Bretaña”.

“Este ataque de los conservadores a la BBC es muy preocupante. Se trata de una política antipatriótica que destruirá una de nuestras grandes instituciones”, subrayó.

En ese sentido, Michael Lyons, quien fue presidente de la BBC Trust desde 2007 hasta 2011, sostuvo que la corporación “es blanco de intensas presiones”.

El exdirectivo admitió que “aunque es importante debatir el futuro de la BBC”, el gobierno conservador “lo único que quiere es golpear a la corporación, volviéndola más sumisa y menos valiente”.

Al comienzo del mes, la BBC anunció la supresión de más de 1.000 empleos debido a que el cambio de hábitos al mirar la televisión ha provocado una caída de sus ingresos.

Los recortes afectan a los empleados del área administrativa y buscan ahorrar 50 millones de libras ($ 77 millones). El año pasado la BBC anunció que suspendieron a 415 periodistas. (I)