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Mañana será la segunda votación

El Congreso rechaza a Rajoy como presidente

El Congreso rechaza a Rajoy como presidente
Foto: AFP
01 de septiembre de 2016 - 00:00 - Gorka Castillo. Corresponsal en Madrid

No hubo la más mínima posibilidad para la sorpresa y la candidatura del líder conservador, Mariano Rajoy, a la presidencia del gobierno de España, fue rechazada mayoritariamente por el Congreso.  

De hecho, nadie creyó en ningún momento que pudiera producirse un milagro. Rajoy solo sumó los esperados e insuficientes 170 votos, los 137 del Partido Popular (PP) más los 32 de Ciudadanos y el único que tiene Coalición Canaria. En frente, los 180 representantes de toda la oposición junta. Un resultado cantado de antemano pese a las 10 horas de interminable debate que solo sirvió para constatar la imposibilidad de que las dos grandes fuerzas políticas españolas, PP y Partido Socialista Obrero Español (PSOE), lleguen a un acuerdo.

Mañana es la fecha señalada para la segunda sesión en la que el candidato podría ser investido presidente si logra más votos afirmativos que negativos entre los 350 diputados que componen el parlamento nacional.

El combate disputado ayer entre el presidente español en funciones y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, dejó en evidencia las diferencias irreconciliables que separan a ambas formaciones pero también la inexistencia de una alternativa liderada por los socialistas.

Rajoy pidió “que nos deje gobernar” y el socialista se limitó a responder atacando su gestión aunque sin apuntar una sola vez a la posibilidad de que trabajará para formar un ejecutivo distinto.

Si algo en limpio pudo sacarse del debate de ayer fue la resurrección, al menos durante hora y media, del bipartidismo vigente desde 1978 y que todos creían enterrado, con dos líderes lanzando agravios y reticencias para demostrar que ni habrá acuerdo ahora ni se baraja una alternativa.

Con lo escuchado en el Congreso ayer, cualquiera podría pensar sin margen de error que España se encamina a unas terceras elecciones en un año. Pero en este país todo es susceptible de cambiar de la noche a la mañana.

Mariano Rajoy no habló de propuestas, ni trató de convencer a nadie. Su táctica fue dormir el debate, apelando a la ironía en cada una de sus respuestas al discurso del líder socialista. “Le pido que se abstenga, no que comparta nada con el PP. No podemos celebrar elección tras elección”, enfatizó el candidato conservador. “No nos pueden pedir que apoyemos las políticas que aspiramos a cambiar”, respondió Sánchez, quien en tono duro llegó a encararse con la presidenta del Congreso,

Ana Pastor, por “utilizar las instituciones” para el beneficio de su rival. Su problema fue no aportar una alternativa. “Ni mi partido ni yo somos objeto del debate, sino su programa y su gobierno”, argumentó Sánchez para tratar de eludir la presión. Pudo servir como golpe de efecto, pero todos saben que tarde o temprano al PSOE solo le quedará una alternativa: tendrá que elegir. O gobierno alternativo con Unidos Podemos y los nacionalistas, algunos de ellos favorables a la independencia de Cataluña, o terceras elecciones.

Pablo Iglesias cargó con un discurso vehemente

Contra ese silencio socialista percutió una y otra vez el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, durante buena parte de su intervención. Correcto con Pedro Sánchez y vehemente con Mariano Rajoy, el portavoz de la fuerza progresista exigió al PSOE que revele lo que trama una vez que fracase la investidura del actual aspirante. Acto seguido, volvió a tender su mano a los socialistas para superar “nuestras enormes diferencias, recelos y agravios”.

El tono más áspero de Iglesias salió cuando se dirigió a Rajoy y al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a quien comparó con la goma de mascar que un conocido personaje de televisión utilizaba, de manera casi cómica, para salir airoso de las situaciones más inverosímiles.

“Es usted el ‘chicle’ de MacGyver (serie de acción de la televisión estadounidense) del régimen porque sirve para todo”, señaló ante lo que parte del hemiciclo estalló en carcajadas.

Al presidente en funciones le golpeó por su flanco más débil, la corrupción, que “está en los genes del PP”. Después regresó al líder de Ciudadanos para terminar de despedazarlo.

Tras calificar a su partido como “la filial naranja del PP”, Iglesias acusó a Rivera de actuar al servicio de los poderosos y del mercado de valores español, Ibex-35. “Usted no es ni de izquierdas, ni de derechas. Es de lo que haga falta y de lo que le ordenen desde arriba”, espetó a Rivera antes de augurar que “la burbuja naranja (por Ciudadanos) se desinfla”.

Iglesias, que ha compartido su tiempo con los representantes de las confluencias regionales catalana y gallega, y con el secretario general de Izquierda Unida, Alberto

Garzón, concluyó su apasionado discurso con el puño en alto para reivindicar la lucha contra la desigualdad y la pobreza que, a su juicio, han provocado las políticas neoliberales en vigor.  

El viernes es la segunda y última oportunidad para que Mariano Rajoy pueda ser investido presidente. Esta vez será más fácil. Le servirá un triunfo por la mínima, algo que por el momento parece inalcanzable.

La falta de un acuerdo en el Parlamento prolonga la parálisis institucional de más de 8 meses, durante los cuales España ha sido dirigido por un gobierno en funciones muy limitado en sus capacidades. (I)

Rajoy revela fecha de la firma de paz

En esta sesión de investidura se ha colado el tema de Latinoamérica cuando a Mariano Rajoy se le ha escapado que la firma del acuerdo de paz en Colombia entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC será el próximo 26 de septiembre.

En una de sus réplicas en el debate de investidura, Rajoy informó que habló el lunes pasado con Santos para felicitarle por la conclusión del acuerdo y dio la fecha. Los medios de comunicación colombianos se apresuraron a informar en sus portadas del anuncio hecho por Rajoy.

Posteriormente, el presidente de Colombia aclaró que aún “no se ha decidido” el día de la rúbrica.     

El gobierno colombiano y las FARC anunciaron el 24 de agosto el acuerdo final de paz y desde este lunes está en vigor un alto el fuego indefinido entre ambas partes. El 2 de octubre se realizará una consulta popular para refrendar el acuerdo. (I)

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