Los más de 2.500 millones de euros (unos $ 3.300 millones) que la Lotería española de Navidad, el sorteo más esperado y popular del año, repartió ayer, dieron un respiro a muchos españoles e inmigrantes, algunos desempleados, en medio de la crisis económica que vive el país.

El premio mayor del sorteo denominado el “Gordo” recayó en el número 76058, dotado con cuatro millones de euros por serie ($ 5,2 millones). Se repartió en al menos 69 poblaciones de España, como en Valencia, Euskadi, Andalucía, Cataluña y otras, entre las cuales destaca Alcalá de Henares, con 130 series vendidas del premio más importante.

Una afortunada fue una inmigrante ecuatoriana sin trabajo, y con las prestaciones sociales agotadas, que ganó 400.000 euros ($ 527.565) gracias a un décimo del número 76058 que le regaló una amiga. “No tenía nada y ahora, mira, un golpe de suerte”, explicó la agraciada a las puertas de la administración de lotería donde se vendieron los décimos premiados, en la que vecinos celebraban la suerte.

La afortunada no facilitó su nombre ni otros detalles que pudieran identificarla, pero explicó que repartirá el premio con su cuñada, con la amiga que le regaló el décimo y una parte enviará a su familia en Ecuador.

Otro ganador que llevaba el número 76058 fue un matrimonio en paro. “Nos han tocado 400.000 euros. Estamos felices”, no cesaban de gritar con una sonrisa de oreja a oreja. “Ayer estábamos en paro y hoy somos millonarios”.

El segundo gran pellizco de la lotería, que por primera vez se vendió por Internet, fue para el número 42260, que hizo felices a un puñado de residentes de Aranda de Duero (Burgos), donde el premio cayó íntegramente. La Administración de Lotería Mayte repartió 225 millones de euros ($ 275 millones), tras vender 180 series del número, que entrega 125.000 euros ($ 167.000) por cada décimo.

El sorteo, que cumplió este año 200 años de vida, se celebró por primera vez en el Teatro Real de Madrid, sede habitual de representaciones de ópera y grandes conciertos, al que acudió un numeroso y variopinto público llegado de diferentes partes de España.

Un total de 23 niños, once de ellos latinoamericanos, del colegio madrileño de San Ildefonso, se encargó de extraer las bolas y cantar los premios.

Una niña cubana de 11 años, Sherley Fonseca, junto con un niño de origen argelino, Ismael Rastrelli, fueron los encargados de cantar el premio mayor “Gordo” del sorteo.