Una coalición mundial de organizaciones y grupos que trabajan por la defensa de la libertad de prensa le escribió una misiva a la reina Isabel II de Inglaterra para que se niegue a firmar la polémica Carta Orgánica que regulará a los medios de prensa de Gran Bretaña.

La nota advirtió a la monarca que la “tóxica ley”, apoyada por los principales partidos políticos británicos y creada tras el escándalo por escuchas telefónicas ilegales del ahora cerrado News of the World, del magnate de los medios Rupert Murdoch, tendrá un “efecto escalofriante” en el periodismo del Reino Unido, y será utilizada como excusa por dictadores de todo el mundo para cercenar a la prensa en sus propios países.

La coalición internacional indicó además que Gran Bretaña perderá autoridad en materia de derechos humanos en la próxima reunión de jefes de Estado del Commonwealth (ex colonias británicas), en Sri Lanka, en caso de que la Carta Orgánica sea aprobada por el Consejo de la Reina.

La misiva, firmada por organizaciones que incluyen el Comité Mundial de Libertad de Prensa, el Instituto Internacional de Prensa y la Asociación Interamericana de Prensa, se dio a conocer en coincidencia con un sondeo que concluyó que un 68% de los británicos considera que los políticos abusarán de la nueva ley de medios para evitar ser criticados por los periodistas.

Solo un 13% de los entrevistados por la consultora Red de Supervivencia para la Libertad de Expresión cree que la Carta Orgánica resultará en una prensa “más viva e independiente”, mientras que un 62% dijo que el nuevo sistema no debería darle a los políticos la última palabra en materia de regulación. La propuesta de ley de medios creará un “panel de reconocimiento” que controlará el nuevo sistema independiente de autorregulación de la prensa. Pero aquellos periódicos o publicaciones que se nieguen a sujetarse a ese mecanismo quedarán expuestos a costosos casos judiciales en las cortes del país.

En la misiva publicada el jueves, la coalición mundial le dijo a Isabel II: “Nadie debe tener duda alguna de que la propuesta Ley de Medios que los políticos están forzando a Su Majestad a firmar, a pesar de su camuflaje, es en realidad una serie de controles represivos impuestos a la prensa en contra de su voluntad”.

De acuerdo a la coalición internacional “esto tendrá un impacto escalofriante en el periodismo del Reino Unido, desde los periódicos nacionales más grandes hasta los diarios locales y regionales más pequeños, debilitando a la democracia como resultado”.

El gobierno quiere pasar la nueva ley de medios tras las conclusiones de la Comisión Leveson por la cultura, prácticas y ética de la prensa, que fue pedida en julio de 2011 por el propio Cameron, tras el escándalo por las escuchas telefónicas ilegales del News of the World a miembros de la Realeza, políticos, celebridades, soldados y víctimas de terrorismo y delincuencia. El juez lord Brian Leveson, a cargo de la comisión, recomendó a las autoridades mayor regulación de los medios de comunicación.

El informe, de unos 2.000 folios, también criticó a los políticos por su cercanía con la prensa (por ejemplo en el caso de los ex premiers Tony Blair y Gordon Brown con Murdoch), y sugirió que se estableciera una ley para la creación de un organismo independiente que autorregule a los medios.

La misiva fue firmada además por la Commonwealth Press Union Media Trust, la Asociación Internacional de Radiodifusión, la Asociación Mundial de Periódicos y Editoriales y el World Press Freedom Committee.