El canciller de Ecuador, Guillaume Long, calificó como "un golpe contra la democracia en América Latina" a la decisión del Senado de Brasil de destituir de su cargo a la presidenta constitucional de ese país, Dilma Rousseff. 

"Hoy es un día muy triste para la democracia", dijo el ministro ecuatoriano al recalcar que el golpismo manipuló mecanismos constitucionales para la destitución, puesto que "no se demostró que Dilma Rousseff cometió delitos de responsabilidad". 

Long dijo que "estas prácticas nos recuerdan las horas más oscuras. Qué lamentable que estos sucesos ocurran todavía. La democracia es sagrada y Ecuador condena ante el mundo esta decisión del Estado brasileño". 

El Canciller reiteró que el Gobierno de Ecuador llamó a consultas al encargado de negocios de Brasil. Explicó que se trata de una medida muy fuerte a nivel diplomático, pues "no podemos aceptar este tipo de comportamientos". 

Añadió que más allá de las declaraciones se revisarán todos los aspectos de la relación bilateral. 

"Es ilegítimo (la resolución), porque en el proceso no se encontró ningún delito sino una acción administrativa. Los sectores golpistas lograron lo que no pudieron en las urnas", apuntó Long. 

El jefe de la diplomacia ecuatoriana señaló que se mantendrá en conversaciones con colegas de la región para analizar las medidas que tomarán ante esta resolución. "Aspiramos que los países de Unasur en forma soberana respondan ante los atropellos ocurridos en Brasil. Vamos a ver qué medidas tomaremos. Ecuador rechaza en absoluto esta acción".  (I)