El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Guido Westerwelle, se mostró este sábado "muy afectado" por la muerte de 31 soldados estadounidenses y 7 afganos al estrellarse un helicóptero de combate durante una operación en el centro de Afganistán.

"Quiero presentar mis más profundas condolencias a los gobiernos de Estados Unidos y Afganistán y a los familiares de las víctimas en nombre del Gobierno Federal", señaló Westerwelle en un comunicado.

Los 38 soldados estadounidenses y afganos murieron anoche en el distrito de Saydabad, en el centro de Afganistán, al estrellarse el helicóptero en el que viajaban en el transcurso de una operación contra los talibanes, según fuentes oficiales estadounidenses.

Éste ha sido el suceso más sangriento para las tropas de Estados Unidos desplegadas en Afganistán desde el inicio, en el año 2001, de la invasión del país, donde continúan presentes unos 133.000 soldados de la Alianza Atlántica, la mayoría de Estados Unidos.

El presidente estadounidense, Barack Obama, lamentó hoy la muerte de los soldados, destacó sus "sacrificios extraordinarios" y ratificó su intención de seguir luchando por la seguridad nacional.