El ciclón Idai dejó 750 muertos en su paso devastador por el sur de África. Las autoridades de Mozambique anunciaron que concluyeron las operaciones de búsqueda y rescate.

El gobernador de la provincia de Manica, Manuel Alberto, admitió que “comienza a ser difícil creer que aún hay supervivientes”, pese a que han registrado 60 desaparecidos en el distrito de Sussundenga.

Los planes de concluir las operaciones de rescate coinciden con el anuncio de un retraso en el inicio de la elaboración del censo electoral, que comenzará del 1 al 15 de abril.

Por el momento se desconoce si esta catástrofe retrase las fechas de las elecciones generales de esta nación africana, previstas para octubre.

Zimbabue y Malaui son las otras naciones africanas afectadas.

El ciclón tocó tierra el 14 de marzo, el nivel de agua de las inundaciones comenzó a bajar y por primera vez el 24 de marzo se pudo acceder a zonas que solo se podían visitar vía aérea.

Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que está terminando una visita a Mozambique anunció también que “aún es pronto para evaluar los efectos macroeconómicos del ciclón, pero los costos de reconstrucción serán muy significativos”.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió $ 282 millones  en donaciones para financiar durante los próximos tres meses la ayuda a Mozambique.

Según el jefe humanitario de la organización, Mark Lowcock, las prioridades ahora mismo son garantizar agua potable, saneamiento e higiene y mejorar la seguridad alimentaria en el medio plazo.

Las tareas de los organismos nacionales e internacionales se centran en este momento en el reparto de comida y en evitar enfermedades graves que suelen desencadenarse cuando el agua se estanca, como el cólera y la malaria.

La ONU calificó el ciclón como una emergencia de nivel 3, como la tienen Siria y Yemen. (I)