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Los científicos aún no hallan la cura y los mitos sobre la enfermedad pueden agravar la situación
Ébola, ese pequeño virus que ha puesto en jaque al mundo
Su solo nombre atemoriza: ébola. Tiene altas tasas de fatalidad y no hay cura. Se trabaja en vacunas que tardarán mucho en llegar. Pero para nuestra fortuna es una enfermedad que no tiene mucha capacidad de contagio. No se transmite de forma aérea como la gripe o el sarampión.
El virus del ébola pasa de una persona a otra a través de fluidos corporales infectados tales como sangre, vómito, semen o heces, los cuales necesitan entrar al otro individuo a través de mucosas: párpados, boca o nariz o por alguna herida para infectarlo.
Se cree que mientras una persona con sarampión puede trasmitir la enfermedad a 18 sujetos más, una persona con ébola puede hacerlo a dos en promedio.
Sin embargo eso no ha detenido al virus, que hasta el momento ha causado la muerte de más de 3 mil personas. Y es que las condiciones de insalubridad, poca higiene y miedo han sido el caldo de cultivo perfecto para que el virus se dispare en Liberia, Sierra Leona y Guinea, en África occidental.
Los expertos no creen probable que el virus se convierta en pandemia mundial. No obstante el primer caso de contagio fuera de África ha puesto en jaque al mundo y sobretodo a los españoles. Una auxiliar de enfermería que trataba a dos misioneros españoles que colaboraban en África y que llegaron a su país para ser tratados, fue infectada con el virus pese a haber estado con la vestimenta e implementos necesarios para evitar el contagio.
Aunque la transmisión entre personas puede no ser tan fácil, cuando sucede es temiblemente letal. El promedio de mortalidad ronda el 50%, pero hay cepas que pueden llegar hasta un 90%. No hay un tratamiento específico. Mientras el virus gradualmente toma el control de la víctima, se produce una fiebre hemorrágica que incluye diarrea y vómito sangrantes. (...continúa)
DATOS
Síntomas: Diarrea, vómito, debilidad, fiebre alta, hemorragia y daño al sistema nervioso central.
Fatalidad: Alta. La tasa de mortalidad puede llegar al 90%. En la epidemia actual el 70% de los infectados ha muerto.
Origen: Apareció en 1976 en Sudán y el Congo. Aunque ya han habido brotes anteriormente, el actual ha causado ya más de 3 mil víctimas y 7 mil infectados.
Tratamiento: No hay uno específico. A los pacientes se les suministra fluidos para evitar la deshidratación. No hay cura al momento.