Chevron tendría contratadas 12 agencias de cabildeo y relaciones públicas, cuya misión principal es desprestigiar a los indígenas ecuatorianos y al Gobierno para tratar de evitar que se ejecute el pago de $19 mil millones por los daños ecológicos debido a la explotación petrolera al medio ambiente y a los habitantes de la Amazonía.
Según el reporte de la Revista “Político” de Washington DC, en 2009 las firmas de relaciones públicas que trabajaban para Chevron incluían “Hill and Knowlton”, que representan a la poderosa industria del tabaco en Estados Unidos, inmiscuida en los debates del cáncer por consumo de cigarrillo, que también han intervenido para negar la conexión entre la contaminación petrolera y el cáncer.
Asimismo, “Edelman Worldwide”, contratada para campañas políticas a favor de Chevron. Robinson Lerer Montgomery es quien lidera la compañía, que tiene su oficina matriz en Nueva York.
También está “Sam Singer y Asociados”, que maneja las relaciones públicas en el área de San Francisco, donde están las oficinas principales de Chevron.
Además “CRC”, empresa de relaciones públicas con sede en Washington, que ayudó a preparar el video (“Crudo”) a favor de la petrolera con Gene Randall, corresponsal de CNN, para contraatacar el reportaje de “60 minutos”, del prestigioso programa de la cadena CBS, sobre la contaminación propiciada por Texaco en la Amazonía ecuatoriana. El filme Crudo fue pagado para que la reportera saque la versión de la compañía.
Chevron colgó el video en YouTube bajo el título “El reporte de Gene Randall”, video producido por “CRC” para tratar de echar la culpa de la polución a la compañía estatal ecuatoriana Petroecuador.
La revista de periodismo de la universidad de Columbia calificó al video de engañoso. El autor de la nota, Brad Jacobson, escribió que el gigante del petróleo Chevron marcó un precedente en lo que se refiere a borrar la línea entre lo que es periodismo y las relaciones públicas: “La producción Randall-Chevron no solo toca cuestiones de ética, sino que demuestra hasta dónde puede llegar un reportero en beneficio de los intereses corporativos”.
Entre los cabilderos de Chevron también figura Wayne Berman, encargado del manejo de los aportes de campaña del excandidato presidencial y político Jhon McCain; el senador Jhon Breaux y Trent Lot.
Además, Mac McLarty, quien laboró con el presidente Bill Clinton y es el nexo en el Departamento de Estado; Mickey Cantor y Karla Hills, embajadores de profesión que crearon su propia agencia de cabildeo para trabajar en la cancelación de la Atpda con Ecuador; el exembajador Peter Romero del gobierno de Clinton en Ecuador; Brian Pomper, exfuncionario de gobierno; y el senador Max Baucus.
Asimismo, Scott Parvin, cabildero de profesión en Washington, quien laboró en la firma de abogados Mayer Brown y varios empleados de la oficina de relaciones gubernamentales de Chevron que la dirige Bill Irwin. Solo en 2012, Chevron empleó 8 agencias, así como a su propio personal.