Hasta ahora ninguna entidad ha mostrado interés en el monumento de León Febres Cordero. Tampoco se han pronunciado quienes integraron el Comité que defendía su colocación al inicio del barrio Las Peñas.
Quien presidió ese comité fue el arzobispo de Guayaquil, Antonio Arregui. El prelado dijo que no se ha comunicado con personas relacionadas a este caso y que ya no recuerda claramente la prohibición.
Descartó que para la construcción del busto la Iglesia haya puesto dinero, como aseguró la organización Diabluma, sobre la que dijo que solo se dedica a calumniar.
“Yo participé del comité para que no se politizara la situación... me pareció una mezquindad política el que se haya objetado la colocación de ese busto”, dijo el arzobispo.