El Secretario de Unasur saliente, Alí Rodríguez, cuyas funciones concluyeron en junio pasado, reconoció que los estatutos de Unasur ponen límites a la gestión de ese cargo y confía en que los Estados miembros lleguen a consensos para agilizar el trabajo del organismo. Actualmente, todas las acciones emprendidas por el Secretario General son puestas a consideración del Consejo de Delegados en donde se aprueba por consenso y luego se traslada al Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores y finalmente a los Jefes de Estado, proceso que "enlentece" las decisiones. Comparó a Unasur con la Oragnización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de la cual también fue Secretario, y señaló que hay más flexibilidad.
Por otro lado, destacó como avances de su gestión el debate que se ha iniciado en torno a un plan estratégico, durante la Cumbre en Lima, sobre el aprovechamiento de los recursos naturales que tiene la región. "El principal reto es que tenemos cerca de 111 millones de pobres en la región todavía, una ironía que con tanta riqueza tengamos más de 100 millones de pobres pasaeando sobre esa riqueza", se cuestionó y anotó que "por lógica elemental" Unasur debería resolver que todos los países junten sus recursos, no solamente financieros sino también tecnológicos y de conocimiento, para salir juntos de la pobreza. Citó como ejemplo las reservas de litio que tiene Bolivia con el cual puede convertirse en una fuente de conservación de energía: "Ya hay buses que se mueven con baterías de litio y, más aún, cuando hablamos de hierro, aluminio, agua, bosque y tierra; el potencial es inmenso", sostuvo.
También reconoció que actualmente los 12 consejos sectoriales realizan un trabajo positivo pero sin una articulación, un tema que podría resolverse una vez que empiece a operar la Sede permanente en Quito, que actualmente está en construcción. Destacó que ese Complejo incentivará una serie de negocios como el hotelero, lo que será positivo para el Ecuador. Además destacó que iniciativas como la creación de un Centro de Comunicaciones regional, el intercambio de medicamentos y los acuerdos de transparencia alcanzados en materia de Seguridad son bastante positivos para la consolidación de Unasur, pero confía en que aún se pueda establecer una política conjunta sobre la protección de los recursos naturales como el litio de Bolivia, o el crudo que poseen otras naciones.
Además, expresó su respaldo hacia la iniciativa, particularmente impulsada por Ecuador, sobre la consolidación de un Centro de Arbitraje regional independiente de organismos como el Banco Mundial como -a su juicio- ocurre con el CIADI.
Rodríguez abrió esta tarde la Asamblea de Ministros de Relaciones Exteriores, quienes en este momento discuten la Declaración de Paramaribo, que mañana se someterá a consulta y aprobación de los jefes de Estado. Allí el secretario saliente propuso la creación del Instituto de Altos Estudios de Unasur para conozca y determine las especificidades de la región y la constitución de un organismo que cuantifique el potencial en recursos naturales que posee Suramérica y contribuya al desarrollo de las naciones.