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Josefa Coronel se confiesa “curiosa del derecho” nomás
El escenario mediático es como un revelador de afectos y desafectos. Y ante ello, los maestros del oficio periodístico recomiendan la mayor ecuanimidad, solvencia profesional y, sobre todo, la capacidad de provocar reflexión ante y con las audiencias, para revelar contradicciones y complejidades de fenómenos políticos.
Pero ayer María Josefa Coronel no lo pudo evitar: trató muy mal a Tomás Zevallos, asambleísta proponente de la votación artículo por artículo del proyecto de Ley de Comunicación, en claro afán de “desnudarlo”.
A tal punto que no le dio respiro: le interrumpió ocho veces, no lo entrevistó sino que casi lo acusó y cuando él quiso explicar sus argumentos, cerró la entrevista y lo dejó fuera de pantalla, casi como a un fantasma o a un “expulsado”.
La diferencia estuvo con su colega (por abogada) y asambleísta de Madera de Guerrero, Cynthia Viteri, a quien le dejó hablar casi tres minutos sin interrumpir y luego “acolitó” en todos sus puntos de vista, y para más: declararse apenas una “curiosa del derecho”, cuando ha confesado que se graduó de abogada.
Eso, que paulatinamente se convierte en una rutina en determinados espacios mediáticos, a la luz y ojos de los estudiantes de comunicación y la audiencia (cada vez más “sabida” en términos de periodismo), es una falta imperdonable, porque ni se hace justicia con la categoría información y tampoco se es “diplomático” con los invitados.
Ahora la “víctima” es Tomás Zevallos, que de un día para otro pasó a ser el “apestado” de la Asamblea. Cuando era contrario a Rafael Correa y a la ley de Comunicación se convirtió en un adalid de la libertad de expresión y un ser democrático.
Y, para cerrar con la discriminación y la exclusión, María Josefa Coronel también permitió que su invitada “les caiga con todo” a los indígenas, por aceptar frecuencias. Parece que la entrevistadora de Teleamazonas no sabe que ya están entregadas, desde hace casi un año, las frecuencias a las 14 nacionalidades.
Incluso uno de los diarios favoritos de la entrevistadora se dio el trabajo de publicar dos páginas enteras el domingo último para “informar” a sus lectores cómo va ese proceso y cómo las organizaciones indígenas asumen las nuevas emisoras desde sus carencias, dificultades y oportunidades.
Si la transparencia es la marca que exigen a todo el mundo, ciertos medios y ciertos “periodistas” no tienen más que decirle al país que las reglas del periodismo no cuentan cuando están alineados a favor de una tesis, un asambleísta o una ley. Siendo así hay una opción: cambiar de canal.