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El volcán Tungurahua no baja los fuertes niveles de erupción
El volcán Tungurahua, en el centro andino de Ecuador, continúa arrojando abundante ceniza sobre extensas zonas agrícolas, poblados de sus cercanías, y generó diez explosiones fuertes, según informó el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional.
Desde la noche del sábado, el coloso, situado a unos 135 kilómetros al sur de Quito, presenta lapsos de “actividad importante”, durante los cuales emite nubes de vapor y gases magmáticos, con una alta concentración de ceniza, que se levanta hasta 4 kilómetros sobre la cumbre y luego se dispersa según la dirección del viento.
El IG tiene informes de caídas de ceniza, en general abundantes, en las zonas del oeste de la montaña, como San Juan, Cusúa, Pondoa, Juive Chico, Achupashal, Cotaló y Baños.
Además, se han escuchado cañonazos y se han sentido vibraciones del suelo y ventanales, además de bramidos fuertes de los que se informó desde las localidades de Juive, Cusúa, Pillate, Runtún, Manzano y Choglontus.
El informe del IG señala, asimismo, que en la noche se han apreciado fuentes de lava en el cráter y pequeños flujos piroclásticos (rocas candentes), que tras ser expulsados unos cientos de metros sobre la cumbre caen por los flancos hasta un kilómetro pendiente abajo.
“La actividad sísmica se mantiene caracterizada por la constante generación de la señal de tremor intercalada con eventos explosivos de diversos tamaños”, precisó el IG.
Las autoridades mantienen toda la zona de influencia del volcán en alerta naranja, la segunda en importancia por su peligrosidad después de la roja. Están adoptadas las medidas de precaución para el caso de un incremento de la actividad de Mama Tungurahua, como le llaman sus vecinos.
El Tungurahua, de 5.016 metros de altitud, inició su actual proceso eruptivo en 1999 y desde entonces ha intercalado períodos de gran actividad con lapsos de relativa calma.
El último pulso eruptivo comenzó hace una semana, tras varios meses de una aparente tranquilidad.