El volcán  Tungurahua mantuvo ayer una emisión constante de gases y ceniza, además de 78 explosiones de pequeña a moderada intensidad, informó el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional.

Las localidades El Manzano, Palitahua y Choglontús, ubicadas en las cercanías del coloso, registraron la caída de ceniza generada por la emisión, que ha formado una nube de un kilómetro de altura sobre el cráter, precisó el informe del IG.

Una de las explosiones, ocurrida en la madrugada, generó también un flujo de piroclastos (rocas candentes) que bajó por las quebradas de la montaña conocidas como La Hacienda y Acupashal, que llegó a dos kilómetros por la pendiente bajo el nivel del cráter.

Las explosiones, además, han estado acompañadas por ruidos fuertes, como cañonazos, pero también se han escuchado bramidos constantes de variada intensidad, que han hecho vibrar los ventanales de viviendas de zonas aledañas.

El IG informó también que, con el apoyo de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) y de la Alcaldía de Baños de Agua Santa, ciudad turística situada al pie del volcán, incorporó a otro vigía en la zona Chontilla, en el norte, que se suma a varios ubicados en diferentes sectores de la montaña.

El pasado viernes y luego de tres meses de relativa quietud, el Tungurahua inició un nuevo pulso eruptivo con explosiones y el descenso de flujos piroclásticos. La SNGR declaró el domingo pasado la “alerta naranja”, la segunda de mayor nivel, tras la roja, a las zonas identificadas como peligrosas en las provincias de Tungurahua y Chimborazo, que comparten la montaña en sus límites.

Baños en calma

Pese a las explosiones registradas en los últimos días, la actividad turística se mantiene normal en Baños. Los hoteleros estaban preocupados por posibles cancelaciones ante los feriados de Navidad y fin de año, pero no ha ocurrido.

De hecho los visitantes aprovechan para observar el proceso eruptivo del volcán, especialmente en las noches que expulsa magma. En cambio, los agricultores de la zona sí han reportado afectaciones por la ceniza que ha caído en los alrededores. La lluvia que hubo ayudó  también de alguna manera a limpiar las plantas.

Sin embargo, ya se registran especulaciones con los precios de algunos productos, como el choclo y la cebolla, además de frutas, como la pera y la frutilla.

El Tungurahua, de 5.016 metros de altitud y situado a unos 80 kilómetros al sur de Quito, empezó su actual proceso eruptivo en 1999 y desde entonces ha intercalado períodos de alta actividad con lapsos de relativa calma.

El mayor episodio ocurrió en el año 2006, cuando una gran erupción  causó la muerte de cuatro personas, dos desaparecidos y pérdidas económicas por daños en las zonas agropecuarias.