Los altos directivos de los bancos privados del país se mostraron contrarios a la posibilidad que a partir de las ganancias de estas entidades se suba el Bono de Desarrollo Humano (BDH) -conocido como el bono de la pobreza- tal y como fuera propuesto por el presidente Rafael Correa la semana anterior.

En un texto que fue divulgado extraoficialmente por la estación Ecuavisa, se informa que la ABPE publicará un texto en varios diarios en los que creen que la propuesta del gobernante es "inconstitucional y confiscatorio" y que "descapitalizará e impedirá la reinversión de resultados indispensables para el fortalecimiento patrimonial de la banca privada, afectando con ello a su solvencia".

De la misma manera que en la actualidad el sector bancario privado "aportan al Estado con más de 309 millones de dólarea anuales en impuestos, lo que representa una carga triubtaria cercana al  80% de sus ganancias netas anuales".  Además considera que  "la eliminiación de utilidades pone fin al derecho constitucional a obtenerlas y constituye una estatización de facto que pondrá en peligro la estabilidad bancaria, económica y financiera del país".

Finalmente esta agremiación califica de "inadmisible" la idea de nacionalizar a la banca privada y afirman que "sus representantes no participan ninguna actividad de orden político o electoral", por lo que hacen "un llamado a los dirigentes políticos para que reflexionen de una manera serena sobre este tema y mantenga a la banca alejada del ámbito político".