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El Telégrafo
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El incidente habría comenzado hace una semana como una pequeña fuga

Vergeles quedó anegado por rotura de tubería

La casa de Andrea Álava, en la mz 224, fue una de las más afectadas. El nivel del agua llegó hasta los 30 cm.
La casa de Andrea Álava, en la mz 224, fue una de las más afectadas. El nivel del agua llegó hasta los 30 cm.
Foto: William Orellana / El Telégrafo
29 de junio de 2016 - 00:00 - Redacción Guayaquil

Luz María Obando, residente de la manzana 223 de Vergeles Norte, acababa de ayudar a su nieta en sus tareas del colegio. Se disponía a dormir, a las 02:00 de ayer, cuando escuchó un sonido similar a un chubasco. Le sorprendió porque ya pasó la estación lluviosa.

Al asomarse por la ventana vio que el agua brotaba de la calle, con tanta fuerza, que provocaba olas, las cuales ingresaron a su casa.

Esto se dio por el colapso de un acueducto, al pie de la mz. 224. Por ese motivo, 3 sectores del norte de Guayaquil se quedaron sin el servicio y se reportaron 30 viviendas con daños.

La anegación alteró el descanso de los moradores. Ellos pasaron las primeras horas del martes desfogando el líquido que ingresó a los hogares y los negocios.

El inmueble de Andrea Álava, ubicado al pie de la tubería dañada, fue uno de los más afectados. Hasta el mediodía todavía estaba retirando agua y lodo. El 80% del mobiliario, incluyendo electrodomésticos, se le mojó. “Solo en los muebles se están perdiendo $ 2.500. ¿Quién me va a responder por eso?”.

Álava, quien es madre soltera, denunció que el personal de la concesionaria Interagua ha dejado trabajos inconclusos en ocasiones anteriores. “Medio rompen la calle, la dejan ahí mal reparada y uno tiene que estarlos llamando para que hagan bien las cosas... Eso no debe ser así”.

Blanca Muriel, habitante de la zona, agregó que la situación se pudo haber prevenido, debido a que existían indicios de un desperfecto. Una fuga menor -recordó- se registró hace una semana, “pero Interagua nunca vino a atender la situación”.

El nivel de las aguas alcanzó el medio metro de altura. Solo las viviendas que están en zona alta no recibieron “la marejada”. Sobre la vereda se acumuló grava. Los habitantes desconocían si venía de sitios cercanos o salió de los sumideros.

Inicialmente, Interagua cerró las válvulas para controlar el desperdicio del líquido y precisó que 26 sectores se quedaron sin el servicio. Sin embargo, en el transcurso de la mañana la restricción se redujo a tres sectores: Cooperativa Ébanos, Doña Bertha y parte de Vergeles (etapa L, I y ciudadela Vergeles).

Por su parte, Gabriela Eljuri, comunicadora de la Gerencia de Comunicación de Interagua, explicó que las cuadrillas de dicha empresa buscaban identificar el origen de la rotura y proceder a su reparación.  

Además, el personal del Departamento Legal inició el levantamiento de datos para conocer cuántas viviendas resultaron afectadas “y luego activar los seguros correspondientes para resarcir los daños”.

A través de su cuenta en Twitter (@interagua), la concesionaria indicó el restablecimiento del agua potable en Mucho Lote (uno de los 26 sectores que inicialmente tuvieron restricción), pero no especificó la situación en Vergeles y zonas aledañas.

Al cierre de esta edición la empresa informó en un comunicado, que a las 20:00 culminaron los trabajos de reparación y que el suministro del líquido se restablecería paulatinamente. Dijo además que se brindó abastecimiento mediante tanqueros a instituciones especiales (casas de salud y hospitales).

En febrero de este año, parte de la calzada de la avenida 10 de Agosto se hundió debido al colapso de un colector de aguas servidas.

En aquel incidente, Ilfn Florsheim, vocera de Interagua, indicó que los factores que pudieron incidir en la situación son variados y complejos, por lo que “resulta difícil establecer lo que ocasionó el inconveniente”.

La depresión en el pavimento fue detectada días antes del daño y estaba previsto intervenir el sitio justo la noche en que la calzada terminó por hundirse. “Teníamos todo listo, incluso los permisos municipales, pero el incidente se adelantó”.

Expertos consultados por este diario coincidieron en que el problema se pudo originar por la acumulación de agua y la falta de mantenimiento de los ductos. (I)

DATOS

En septiembre de 2009, un tramo de la av. Francisco de Orellana se hundió debido a una fuga de agua que debilitó parte de su estructura. El ducto estaba ubicado a 6 m de profundidad.

En febrero de 2012, en el km 6½ de la vía a Daule, se produjo la rotura de un acueducto de 1.050 mm con 62 años de funcionamiento. Interagua aseguró que se había considerado la zona para el plan Huancavilca y reparar la red.

En febrero de 2015, la cdla. La Saiba tuvo cortes de agua dos veces en una semana debido a fugas. La restricción no tuvo impacto porque la mayoría de viviendas cuenta con cisterna.

En febrero de 2016 se registró un daño en el acueducto de 1050 mm, causado accidentalmente por la empresa que ejecutaba trabajos en Lomas de Urdesa.

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