Los hoteles, spas y peluquerías se han convertido en lugares que no solo brindan servicio a personas. Ahora también los hay para mascotas. Estos se encuentran en varios sectores de la ciudad, pero la mayoría al norte de la urbe. El objetivo de estos sitios, especialmente de los hoteles, es brindar comodidad a familias, que por diversas razones y por un período no pueden tener a sus mascotas en sus hogares. Las peluquerías, en cambio, sirven para realizarles cortes específicos o ‘paticure’.

En la clínica veterinaria CAN & CATS, ubicada en la décima segunda etapa de la ciudadela Alborada,  donde Cristóbal Catagua es el encargado, también brindan servicio de hospedaje para mascotas. “Este negocio ha tenido mucha acogida. Aproximadamente de 10 a 15 mascotas ingresan cada fin de semana al hotel, en su mayoría perros y gatos”, manifestó Catagua.

En el local, además de los animales antes mencionados, también hospedan a pájaros y tortugas. El costo del servicio es de $ 25 las 24 horas, incluye paseo 2 veces al día y cuidado permanente las horas que pasen en el lugar; el dueño del animal debe  llevar el alimento y presentar el respectivo carné para constatar que la mascota está saludable.

Además se encargan de rescatar animales callejeros. La prioridad son los que se encuentren en estado de gestación. Afirma también que todos los clientes han quedado satisfechos con los servicios.

Sin embargo, recordó la historia de Dotch, un perro de 5 años que fue abandonado por sus amos en el lugar: “Lo dejaron hospedado, después lo fueron a ver y como no tenían dinero, no lo retiraron. Regresaron 3 días después, llevándole una funda de comida; luego de aquel día no volvieron  más”. Ahora Dotch es la mascota del establecimiento y se encuentra feliz.   

Costos y lugares

En otro sector, en la vía a Samborondón, está la peluquería y hospedaje para mascotas Pet Coquette, exactamemte en Village Plaza.

En este lugar los costos van desde los $ 12 a $ 35, dependiendo de si son días laborables, fines de semana o feriados. Si las retiran pasadas las 12 horas del día siguiente, deben cancelar el día completo. Previo al ingreso de la mascota, los dueños deben comprar una ‘pipeta’, que es un líquido que se le aplica en el lomo para contrarrestar garrapatas y pulgas, que tiene un costo de $ 16, tanto para gatos como para perros, únicas mascotas aceptadas en este lugar. El espacio donde descansan es un mezzanine (un piso intermedio que se coloca en habitaciones de suficiente altura), donde cuenta con aire acondicionado y cámaras para que el  personal monitoree y se asegure del bienestar de la mascota.

Además brindan el servicio de peluquería, donde los valores oscilan entre  $ 22,40 y $ 29,12, dependiendo del tamaño de la mascota. Esta peluquería tiene sucursales en varios centros comerciales de la ciudad.

Para Betsy Bernabé Calderón, usuaria de Pet Coquette, estos establecimientos son una maravilla y afirma estar muy contenta con los beneficios y comodidades que ofrecen para su mascota Cloy. “Es de gran comodidad para quienes tenemos un animalito. Si un día no lo podemos llevar de viaje, sabemos que estará seguro y bien cuidado”.

Un cementerio de mascotas

En la actualidad los animales no  solo cuentan con un lugar para descansar durante su vida sino también a la hora de su muerte. Campo Feliz es un terreno con una extensión de 50.000 m2, que cuenta con sala de velación y servicios de sepultura y  traslado, así como ataúdes que oscilan entre $ 480 y $ 780, dependiendo del tamaño y peso de la mascota; cremación, que varía desde los $ 250 a $ 400; exhumación, lápidas y, lo principal, el lugar donde reposarán los restos de la mascota.

La idea de esto surgió hace 3 años luego de que la doctora Fernández perdió a su perra Keyko y en su honor inició este proyecto. El cementerio está situado en el km 16 vía a Daule, frente al centro penitenciario ‘La Roca’, entrando por el Chorrillo, 593, Guayaquil.

Estas son las opciones que se le brindan al compañero de vida del hombre; son algunos de  los beneficios, cuidados y tratos que tienen quienes son considerados como miembros del hogar hasta el final de sus vidas. En realidad, por su lealtad ellos lo merecen.