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El Telégrafo
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El objetivo es enseñar a los niños y jóvenes cómo fue el vía crucis

Jóvenes voluntarios llegan con un mensaje cristiano en Semana Santa

Con mucha dedicación las personas dedicadas a la iglesia trabajan con niños y adolescentes.
Con mucha dedicación las personas dedicadas a la iglesia trabajan con niños y adolescentes.
Foto: William Orellana / El Telégrafo
19 de marzo de 2016 - 00:00 - Cinthya Romero. Estudiante de la UCSG

Con la sencillez que la caracteriza, Lissette Floril les habla a sus estudiantes sobre el significado de la Semana Santa. Ella es parte de Obras Misionales Pontificias y trabaja con niños y jóvenes de Infancia Misionera. Explica qué labor realiza en Semana Santa, su trabajo en cada parroquia y las actividades que hace la iglesia católica.

“En cada misa, el padre convoca a  la ‘Chiquipascua’, que es exclusivamente para los niños, y a la ‘Pascua Juvenil’, que es, en cambio, solo para los adolescentes”, manifiesta Floril, quien es partícipe de estas actividades.

Diego Roha, encargado de la formación de animadores para Infancia Misionera, comenta que hay ocasiones en que les toca crear grupos en las parroquias para poder enseñar la palabra de Jesús y para, asimismo, ir difundiendo su obra, bajo el lema “enseñar a los niños a través de los niños”.    

Estos colaboradores ayudan en la Arquidiócesis de Guayaquil y son quienes se encargan de acoger a las parroquias, a los movimientos católicos o cualquier apostolado, ya sea de zonas rurales, o a los que no cuenten con el presupuesto para hacer una buena ‘Pascua Juvenil’ o una ‘Chiquipascua’.

“La Arquidiócesis de Guayaquil crea toda una pascua para que chicos de todos los lados de cualquier movimiento o de cualquier apostolado vayan a vivir la pascua en la Catedral, que es donde prácticamente está la curia y el arzobispo”, dijo Floril.

Diego Roha cuenta que son aproximadamente 50 las personas que se encargan del vía crucis, incluyendo a los que participan en sus papeles.

Labores que realizan

Las actividades de la Semana Santa empiezan desde el jueves. La enseñanza que se proporciona a los niños y a los jóvenes se diferencia en la forma del aprendizaje. Para la ‘Chiquipascua’ los niños entran desde los 4 hasta los 12 años. Para la ‘Pascua Juvenil’ los jóvenes ingresan desde los 13 hasta los 17 o 18 años. La ‘Chiquipascua’ comienza desde el Jueves Santo hasta el domingo, tiempo en que los colaboradores de Infancia Misionera enseñan a los niños con títeres.

También  escuchan canciones, realizan dibujos y trabajan en manualidades.

En el caso de los jóvenes la enseñanza es más detallada. “Con ellos se hacen escenas de la última cena y el lavatorio de pies. El vía crucis  viviente se hace con los jóvenes”. Luego los chicos reciben charlas (la tarde del viernes y el sábado).

Los conversatorios son para que haya una reflexión profunda con respecto al arrepentimiento, para que “esto pueda generar un cambio en su manera de pensar y en su vida”, explicó Floril.

Además dice que en la ‘Chiquipascua’ se les muestra a los niños la institución de la eucaristía en la última cena. “Hacemos que el niño entienda por sí solo lo que nosotros vivimos todos los domingos en misa. Jesús hizo lo mismo con sus 11 apóstoles”.

Los niños se preparan para la gran cena y uno de ellos debe de asumir el papel de Jesús y estar adelante. Ese mismo día se hace el lavatorio de pies (en este caso a los niños les lavan los pies y) se les cuenta en forma de un cuento por qué se hace todo esto.

El Viernes Santo es el vía crucis viviente. Los niños en este día son los protagonistas. De esta forma es como ellos aprenden las tradiciones de la Semana Santa.
Interpretaciones infantiles

El sábado Santo “es un día de recogimiento, entrega, de oración, de compromiso. El domingo, día de resurrección y gloria, cambia totalmente: “ya no es un ambiente de oración, sino más bien un ambiente de alegría”. En el día se trabaja mucho con los niños. Se crea una tumba grande, una roca para que los niños puedan entender que Cristo ha resucitado; “se les explica a cada uno de ellos todas estas partes, todos estos pasos por los que Jesús tuvo que pasar para llegar al día de la resurrección, que es el día de la celebración”. En ese momento los colaboradores de Infancia Misionera comparten con los niños celebrando con música alegre.

En la Pascua Juvenil, los jóvenes tienen una misa un poco más extensa de lo normal, pues hay 7 lecturas, cada una con 7 salmos. Los salmos deben ser cantados “porque nos enseñan la tradición: en la época de Jesucristo los profetas le cantaban a Dios”.

Luego de esto se canta un tema  del pregón, que dura 10 minutos. Esta canción cuenta toda la historia de Israel y al final siguen con el mismo formato de la misa: el ofertorio, la comunión y hasta la bendición. El domingo llega la celebración. La primera parte de la misa se caracteriza por la lectura de los salmos, pero estos son de arrepentimiento y la iglesia permanece a oscuras. Cuando el pregón pascual termina todas las luces se encienden: “tú llevabas tu vela, era tu lucecita interna, pero en el momento en el que Cristo resucita todo el mundo se llena de luz”, explicó  Floril. La simbología para estos jóvenes católicos es que se trata de un nuevo mundo y ese lugar es la iglesia que comienza a resplandecer otra vez con nueva luz, sin pecados, porque Cristo ya pagó por ellos cuando fue crucificado.

Se trata de una forma muy didáctica de transmitir la religión católica, asegura Yolanda Zambrano, una madre de familia. (I)

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