El hedor a heces y la basura acumulada y regada por los portales son algunos de los problemas de los que se quejan los moradores de las calles Junín y Córdova, centro de Guayaquil.

El dilema se agudiza por las noches, cuando el personal de un hotel de la zona levanta las alcantarillas para despejar desperdicios humanos en fundas plásticas, que las dejan sobre la acera.

La limpieza de la alcantarilla saturada ocurre después de las 22:00, cuando ya los camiones recolectores han pasado. Las fundas con excrementos permanecen toda la noche y al siguiente día con el sol el sector se torna invivible.

Los vecinos se quejan de que los recicladores contribuyen a la problemática, pues rompen las fundas y riegan los desperdicios por la calle.

Los moradores han denunciado el hecho a Puerto Limpio, Interagua y Municipio de Guayaquil, pero hasta ahora solo han recibido el ofrecimiento de Interagua para revisar las alcantarillas. (I)