Al final, el fanático de Barcelona no asimiló muy bien el empate 1-1 de la primera final ante Emelec, ya que a la salida del Monumental hubo incidentes entre barristas ‘toreros’ con los miembros de la policía.

En las puertas del estadio amarillo se vio cómo los aficionados ‘toreros’ ingresaron sin armar escándalo. Los hinchas acudieron con tiempo y esto brindó facilidades a los policías, que no tuvieron mucho trabajo en los exteriores.

Pero eso no ocurrió dentro de las gradas, donde un grupo de hinchas ‘canarios’ trató de irse a los golpes entre sí. Ante eso, gendarmes ingresaron para evitar mayores desgracias y durante los 90 minutos los agentes del orden se tuvieron que quedar en medio de los barristas.

Antes de iniciar el partido se hizo un llamado a los aficionados ‘amarillos’ para no apuntar con láser a los jugadores en cancha. Y fue precisamente lo que reclamó el cuarto juez cuando les llamó la atención 2 veces a los fanáticos durante el compromiso porque señalaban el rostro del arquero de Emelec, Esteban Dreer. Una funda también salió de la general norte, pero el réferi Omar Ponce no la vio, por lo que ese lanzamiento sin impacto, de seguro, no constará en el informe arbitral.

Al final del encuentro, hinchas de Barcelona se enfrentaron a las afueras del Monumental; por suerte los policías dispersaron a los ‘relajosos’ del sitio en 7 minutos.

Los fanáticos de la general norte estuvieron más discretos, aunque se pasaron de sabidos, ya que decidieron no esperar las filas que armó la policía y se saltaron las mallas para coger mejores puestos en las preferencias (este y oeste) y la general.
Los dueños ingresaron con sánduches, hieleras, agua con gas y botellas de whisky. Ya dentro del estadio arrojaron desde sus puestos rollos de papel (vauchers) para que los aficionados que estaban en la preferencia los lanzasen a la cancha.

La taquilla que recaudó Barcelona en esta final fue de $1’300.000 aproximadamente, gracias a los más de 63.000 hinchas que asistieron.

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Aficionados de Emelec siguieron el partido en el Capwell

Los hinchas de Emelec llegaron desde las 16:00 al estadio George Capwell, donde se pusieron 2 pantallas Led para que pudieran seguir el encuentro disputado en el estadio Monumental anoche.

En las afueras del escenario deportivo estuvieron miembros de la Policía Nacional, quienes se encargaron de registrar a las personas que ingresaban.

Los aficionados no podían entrar con drogas, alcohol, objetos contundentes, papelitos picados ni armas. Así lo dijo el coronel Rodrigo Caña, quien lideró el control policial.

Incluso los integrantes de las barras tuvieron que entrar con menos bombos de lo normal para cumplir con el decreto de la policía.

Ya dentro del estadio, los hinchas no dejaron de alentar durante todo el encuentro, aliento que se agudizó con el gol de Ángel Mena a los 19 minutos y no se detuvo con el tanto de Ismael Blanco, a los 88.

La conocida barra ‘Boca del Pozo’ llegó alrededor de las 19:00 al estadio proveniente del complejo de Samanes, donde desde las 15:30 se agrupó para cantar y luego hacer una caravana.

Hasta el cierre de esta edición no se reportaron daños materiales ni problemas entre los hinchas, quienes después del encuentro salieron con normalidad del estadio donde este domingo se jugará la final.