El 2 de enero de este año, la directiva de Delfín de Manta anunció la contratación del uruguayo Guillermo Sanguinetti como nuevo estratega del club. Seis meses después, el entrenador y sus pupilos festejaban subidos en un bus, a través de las calles de la ciudad, el hecho de ser el primer finalista del campeonato y llegar a la Copa Libertadores por primera vez.

Hoy, 10 meses después desde que pisó Manta, el ‘Topo’ conduce al líder de la etapa con el anhelo de quedar campeón sin la necesidad de una final. En las 59 ediciones del torneo local que se han jugado hasta el momento, dos provincias se han repartido la mayoría de títulos: Guayas con 29 y Pichincha con 28. Azuay y Chimborazo asoman con una cada una y Manabí ahora opta por uno.

El uruguayo trabaja sin descanso con la mente puesta en conseguir el trofeo. Sanguinetti muestra un carácter amable; pocas veces ha explotado pues siempre trata de mantener autocontrol.

En Ecuador no ha sucedido, pero en una experiencia pasada en Alianza Lima de Perú llegó incluso a encararse con un aficionado que pedía su renuncia. En ese mismo país, un hincha lo agredió con un escupitajo.

Hoy, el equipo limeño lo añora. Hace 10 años que no logra un campeonato, pero con el uruguayo estuvo a punto de hacerlo en 2014 en uno de los pocos recuerdos destacados de la última década para ellos.

Hace 10 años, Sanguinetti arrancaba en la dirección técnica, mientras Delfín navegaba en la serie B, hasta que se consumó su descenso a la segunda categoría para 2008.

En esos años, el ‘Topo’ daba sus primeros pasos como entrenador en el club en el que es ídolo y con el que se retiró: Gimnasia y Esgrima de La Plata.  Sin embargo, le costó encontrar una línea y regularidad como DT, por lo que en los años siguientes pasó por varios equipos sin un rumbo claro.

En una entrevista con diario Clarín en 2003, después de que se retiró del fútbol profesional, Sanguinetti ya hablaba de su intención de seguir vinculado al deporte. Mientras jugaba ya se había recibido como DT y quería aportar con sus conocimientos lo más pronto.

Sí le costó dejar el profesionalismo, pues con 37 años y físicamente en óptimas condiciones asumió que debía dejarlo. En ese momento estaba bien, pero lo que no quería era que lo retiren de a poco, que le toque ser suplente y jugar lo mínimo.

En ese equipo coincidió con Guillermo Barros Schelotto, hoy DT de Boca Juniors y uno de sus amigos en el fútbol. “Sanguinetti, como jugador, siempre tuvo mucha personalidad y eso busca imprimirle a sus equipos. En la cancha era muy serio y tranquilo. Le gustaba ver el fútbol de todos lados”, contó cuando ambos ya dejaron de jugar y se dedicaron a entrenar.

Él solo pretendía seguir en el fútbol como entrenador, no como agente o representante. Por eso, en su carrera nunca tuvo uno y negoció sus contratos siempre personalmente.

Así se mantiene hasta hoy y ha logrado tal cercanía con los jugadores de Delfín, que confían casi a ciegas en el uruguayo. Su proyecto se basa en aquello y en el trabajo constante para quedar en lo más alto del campeonato, por primera vez.

Fabián Bustos, gerente deportivo del equipo, considera a Sanguinetti como una persona frontal y abierta, con un perfil muy profesional y serio, que maneja bien el grupo.

Antes del inicio de la temporada, Bustos tuvo la misión de buscar el entrenador para el elenco. El presidente José Delgado le dio las pautas: quería un técnico  ganador, que haya dirigido en varios países y conseguido algún título.

Bustos no lo conocía personalmente, pero sí lo había enfrentado como futbolista. “Sabía que había sido campeón en  Perú, que dirigió en Argentina, Uruguay y Colombia; tenía buena referencia de su trabajo. No pensamos que iba a conseguir tanto. Pensábamos que íbamos a tener un buen torneo, pero se ha conseguido más”, dijo el argentino.

Mientras que los jugadores no se cansan de elogiar el trabajo que ha hecho dentro del plantel. “Hemos aprendido mucho de él, tanto en lo táctico como en lo personal; estando en la cancha también se aprende de él, entonces creo que es una persona que nos ha enseñado mucho”, dijo Luis Luna.

“Es una gran persona que conversa mucho con el jugador. Pienso que es un buen entrenador, que sabe bastante y siempre está orientando para mejorar. Me respalda para continuar como un líder en la cancha”, agregó Carlos Garcés.

Guillermo_Sanguinetti (izq.) celebra junto a los jugadores y miembros de Delfín, el pasado 2 de julio, cuando el equipo ganó la etapa y se aseguró un lugar en la final del campeonato. Foto: Andes

Datos

- Guillermo Óscar Sanguinetti Giordano nació en Montevideo el 21 de junio de 1966. En 1984 debutó con Nacional de su país.

- Su apelativo de ‘Topo’ se lo ganó cuando llegó a La Plata. Ese apodo le pertenecía a Vilmar Sanguinetti, un reconocido jinete al que le decían así y solo por el apellido lo relacionaron con el DT.

- En su camiseta de despedida tenía la frase ‘De Topo a Lobo en 12 años’, en relación a su apodo y al sobrenombre que posee Gimnasia y Esgrima de La Plata. (I)