La Universidad Estatal de Milagro (UNEMI) culminó una auditoría técnica institucional de alto nivel que validó la calidad de sus graduados y el cumplimiento riguroso de todos los procesos académicos, como parte de su Sistema Interno de Calidad, mecanismos de revisión permanente, transparencia institucional y estándares de calificación y reconocimiento internacional.

La auditoría fue dispuesta por el Rectorado de la UNEMI el 19 de noviembre de 2025 por el Dr. Fabricio Guevara Viejó, Rector de la institución. En dicha disposición se encargó al Vicerrectorado Académico y a la Dirección de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (DTIC) la elaboración de un informe técnico institucional que detallara de manera exhaustiva los procesos, procedimientos y validaciones informáticas aplicadas durante la auditoría, los mecanismos para comprobar la integridad, consistencia y trazabilidad de los registros académicos, así como los criterios técnicos que permitieran concluir la inexistencia de hechos fraudulentos.

Como resultado de este proceso, la DTIC emitió un Informe Técnico Institucional de 331 páginas el 15 de diciembre de 2025. En total, el reporte analiza 26.542 registros de estudiantes graduados.

Alcance técnico sin precedentes

La auditoría abarcó la totalidad de los estudiantes registrados en el módulo de graduados desde el año 2015 hasta octubre de 2025, aplicando una metodología de verificación inversa, que inició en el registro final de graduación y retrocedió de manera secuencial por cada etapa del proceso académico. Este enfoque permitió comprobar que la trayectoria académica de cada estudiante se encuentre debidamente registrada y validada, así como las certificaciones en la Secretaría General.

El procedimiento se sustentó en información oficial extraída de los módulos del Sistema de Gestión Académica (SGA), garantizando que el proceso de auditoría se base en registros institucionales íntegros, consistentes y verificables.

Verificación integral de todos los componentes académicos

El informe confirma que fueron verificados todos los parámetros obligatorios del proceso académico, entre ellos:

• Obtención de cupo, que acredita el ingreso formal del estudiante a la Universidad. • Curso de nivelación, en los programas en los que este requisito es obligatorio, verificando matrícula y aprobación.

• Cumplimiento de la malla curricular, incluyendo asignaturas cursadas, calificaciones, periodos académicos y estados de aprobación.

• Requisitos de titulación, conforme al mecanismo aplicable en cada periodo (proyecto, trabajo de investigación, examen, módulos inglés, módulos de computación y otros).

• Registro en el módulo de graduados, que consolida el egreso y la graduación con actas, fechas, modalidad de estudios y datos institucionales del título otorgado.

La verificación de estos elementos permitió confirmar que cada proceso académico se encuentra debidamente documentado en todas sus etapas. La auditoría también contempló situaciones especiales propias de la dinámica universitaria, tales como homologaciones por cambio de universidad, cambios de carrera, rediseños curriculares, interrupciones, reingresos y cambios de modalidad. En todos estos casos, los registros institucionales evidenciaron secuencias coherentes, convalidaciones formales y correspondencia con la normativa aplicable.

“El proceso auditor incluyó reportes filtrados del SGA, revisiones cruzadas entre módulos, validaciones estructurales de campos, análisis temporal de fechas clave y verificación secuencial de la trayectoria académica completa. Todo ello se evaluó bajo criterios técnicos de consistencia intermodular, relación temporal, correspondencia normativa, suficiencia documental y trazabilidad verificable”, explicó Jesennia Cárdenas, Vicerrectora Académica.

El informe concluye que todos los estudiantes registrados como graduados entre 2015 y octubre de 2025 cuentan con los respaldos institucionales necesarios para verificar su trayectoria académica completa, desde el ingreso hasta la graduación. De manera categórica, los criterios técnicos aplicados permitieron descartar la existencia de hechos fraudulentos, ratificando la confiabilidad del sistema académico de la UNEMI.