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‘Las Tres Gracias’: o de cómo lidiar con el peso de ser uno

‘Las Tres Gracias’: o de cómo lidiar con el peso de ser uno
06 de febrero de 2014 - 00:00

UNO
20:00. Las luces se encienden. Un bar generoso, tres putas, un poeta. En la pocilga el tiempo no avanza, la incertidumbre es el único reloj.

Aquí -donde van estas letras- debería ir la voz inconfundible del maestro Daniel Santos; porque así empieza esta historia, ubicada en un pequeño cabaré donde la luz del sol nunca llega y las botellas ruedan, de mesa en mesa, hasta el amanecer.  

Yo no he visto a Linda /parece mentira /tantas esperanzas /que en su amor sembré. /No le ha escrito a nadie /No dejó una huella /No se sabe de ella /desde que se fue... Corre el viento. Una virgen y un santo escoltan su decadencia. Una pistola coquetea con las tres mujeres que -entre copa y copa- se lamentan de su suerte, sin dejar de reír.

Ahora es la voz de Julio Jaramillo la que se une al grupo. Rabia, lejanía y conformismo también son los protagonistas; pero sobre todo, el desamor. ¿Habrá esperanza allá afuera? parecerían decir, pero enseguida otro bolero suple -con cadencia- la respuesta que no llega. Que nunca llegará.

DOS
A cargo del Grupo Solsticio, Las Tres Gracias es una obra basada en el cuento homónimo del escritor ecuatoriano Raúl Pérez Torres y adaptada -libremente- con textos del director del grupo, Iván Morales, y del escritor y músico americano Sam Shepard. El elenco está formado por cinco ecuatorianos: Rocío Coronado (La Mona), Victoria Robles (Clodomira), Mixi Yaguana (Martina), Joseth Chávez (Novia y Virgen) y Pablo Peña (poeta).

La historia gira alrededor de tres prostitutas que tras el feriado bancario emigraron a un barrio latino de primer mundo y que actualmente trabajan en un cabaré al que ya ni siquiera llegan clientes. Pero lo cierto es que la historia va más allá. Sus reflexiones -e incluso sus silencios- dan cuenta de un submundo donde la ternura y la necesidad -poco a poco, y sin importarle a nadie- se pudren.

TRES
Para Raúl Pérez Torres la idea de que alguien tome la historia como referente le complace, pese a no sentirse identificado plenamente con el texto (puesto que es una adaptación libre y la historia se modifica). “Creo que lo rico del arte radica en los diferentes lenguajes y las múltiples lecturas que ofrece”.

Según Iván Morales, el proyecto le rondaba hace tiempo. “Las imágenes que el cuento de Raúl me generó, sumado a varios poemas míos, inéditos, y mi experiencia con migrantes durante el tiempo que viví en Chicago, me hicieron ‘travesurear’ y moldear el guión que esta noche cobra vida sobre las tablas”.

CUATRO
Si bien Las Tres Gracias es una obra de teatro, también podría ser un homenaje a la música rockolera. Canciones como  Cuando llora mi guitarra, Nuestro Juramento, Virgen de medianoche y La copa rota son algunos de los himnos que, entre escena y escena, nos recuerdan que las mismas penas y los mismos goces de hace muchísimos años siguen ocurriendo hoy, y que en el corazón de quien los necesite -no importa cuándo- siempre sonarán como nuevas.

CINCO
Hay un dolor muy antiguo en la médula de esta obra. Uno de los momentos más álgidos, sin duda, es el de la Mona: desbordante, potente. Es la voz de una mujer que se desgarra en el anonimato de tantas otras.

“Cuando yo nací, dicen que un alacrán rondaba mi esquina, los costales de mi cama, y que levantaba su cola venenosa para acariciarme aquí, en mi corazón. Ayyy, esta cochina vida, esta puerca vida sin salida...”.

En adelante, las imágenes se aligeran, produciendo un remolino de voces y diálogos que ponen a prueba al espectador. Risas y dolor, todo se conjuga. “Nuestro gran tormento en la vida proviene de que estamos solos y todos nuestros actos y esfuerzos tienden a huir de esa soledad”, decía el escritor francés Guy de Maupassant; y de alguna forma, las tres gracias, lo confirman.

El final sorprende porque no se sabe, a ciencia cierta, si se llega al final. Se apagan las luces. El público aplaude. La rockola se enciende. La voz añeja de Daniel Santos, una vez más, abriga.

Datos

Las Tres Gracias se estrenará, a las 20:00, en el teatro de ‘FAMA. Escuela de actuación’ (Mañosca OE4-52 y América).

Las funciones serán de jueves a sábado, a las 20:00; y los domingos, a las 18:00.

Entrada general: $ 10. (jueves 2x1).

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