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Coliseo Rumiñahui requiere espacios para personas con discapacidad

Varias bengalas de humo de colores fueron encendidas por el público mientras Slayer interpretaba canciones como “Disciple” o “South of Heaven” en el General Rumiñahui.
Varias bengalas de humo de colores fueron encendidas por el público mientras Slayer interpretaba canciones como “Disciple” o “South of Heaven” en el General Rumiñahui.
Foto: Archivo / et
02 de octubre de 2019 - 14:49 - Redacción Cultura

El escenario capitalino del Coliseo General Rumiñahui recibirá los mayores conciertos de metal este año (Slayer, Scorpions y Slipknot), pero el 26 de septiembre −durante la presentación de Profecía y Slayer− varios asistentes que usan silla de ruedas tuvieron que ver el show desde las gradas.

Danny Zúñiga, de 24 años, había viajado desde Guayaquil para ver a los californianos. Lo hizo en un bus de dos pisos, en el cual viajaron unos 60 rockeros, durante más de ocho horas.

Los viajeros habían adquirido sus entradas con anticipación, y a las 18:00, Danny ingresó a la General ($ 52), en la que tuvo que ver el show desde uno de los accesos, donde la gente entraba y salía, porque no hubo espacios preferenciales.

“En esa localidad no hay comodidad necesaria para ver el show”, comenta el aficionado, que alcanzó a apreciar el 50 % de la presentación.

Él ha viajado antes hasta Quito para eventos como el de Metallica, Kiss y −en escenarios más pequeños que estos− Riot o Raven. Es la primera vez que tuvo dificultades.

Para el debut de los británicos Judas Priest y de los alemanes Kreator en el país (octubre de 2018), Zúñiga había ido a la misma localidad que Slayer, pero ese día accedió a un lugar más adecuado para verlos, en la pista “y sin que tuviera que pedrírselo a los organizadores”, recuerda consultado por EL TELÉGRAFO.

Hasta el mediodía de este miércoles 2 de octubre de 2019, las localidades para Scorpions que dejaron de venderse a través de las boleterías de Ticket Show han sido “Crazy world” ($ 180); “Butacas” ($ 89) y “Preferencia” ($ 70).

Las disponibles son: $ 55 (General) y “Blackout” ($ 160), aunque la mitad de las primeras ya está vendida y, de la segunda, solo queda una veintena.

Zúñiga ya compró su entrada, a mitad de precio, como dispone la ley. Lo que pide es un sitio con visibilidad adecuada.

El organizador del evento, según ticketshow.com.ec, es Cristian Sosa Molina, de la empresa CKConcerts pero, hasta el cierre de esta edición, no ha respondido si se habilitarán espacios para personas con discapacidad el 12 de octubre.

En un informe del Conadis (Consejo Nacional de la Igualdad de Discapacidades), consta que el Coliseo General Rumiñahui no tiene un 100 % de accesibilidad para usuarios con discapacidad, por lo cual deben intervenirse ciertas zonas cuando se realizan espectáculos masivos.

No existe una norma técnica respecto a la dotación mínima de espacios o plazas para usuarios de sillas de ruedas”, explica Carlos Caicedo, analista técnico del Conadis.

Sin embargo, la Ley Orgánica de Discapacidades establece que se debe garantizar el uso de las instalaciones para todos los asistentes.

La tarifa preferencial para este tipo de espectadores (50 % del precio total) ya se aplica en estos eventos, pero la disposición legal es que se designen “espacios puntuales para sillas de ruedas, en los que se asegure la seguridad de sus usuarios y el acceso sin restricciones, es decir, que puedan ver el evento”, señala Caicedo.

El aforo del General Rumiñahui es de 14 mil espectadores, y se prevé que para el concierto de Scorpions y Lathium vayan más de los seis mil que fueron a Slayer. (I)

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