Publicidad

Ecuador, 28 de Marzo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Marcha del cannabis fue más "arma y prende" que protesta

Con carteles y con el verde como color primario, cientos de personas se reunieron el pasado 5 de mayo -algunas para protestar y otros solo para fumar- en la versión local de la Marcha Mundial de la Marihuana, la cual buscaba reivindicar el derecho al autocultivo y uso medicinal.

El recorrido empezó en el Parque de la Kennedy -al norte de Guayaquil- con la lectura de un manifiesto, pero como era de esperarse, los incidentes comenzaron antes de iniciarse la movilización.

Un policía motorizado fue el primer opositor. El gendarme solicitó los permisos, pero los manifestantes le respondieron con hostilidad. “Esto viene de la tierra”, dijo un hombre que llevaba en hombros a un niño de no más de 3 años, al tiempo que acercaba un “porro” encendido a poca distancia de los ojos de la autoridad. En ese momento, una mujer con megáfono en mano tomó la palabra: “La Constitución ampara el derecho a reunirse y manifestarse”. “A manifestarse, no a fumar”, respondió el policía.

Ya en la calle, a la marcha se unió un camión alegórico, tapizado con carteles alusivos. “¡Autocultivo, ya!” y “Ni drogadicto ni delincuente, un consumidor consciente”, rezaban algunos mensajes.

La marcha avanzaba por la Avenida del Periodista cuando el Grupo de Operaciones Motorizadas apareció impetuoso, haciendo roncar sus motos, precipitándose hacia los manifestantes. Hasta aquí duró la calma.

En adelante, la caminata se convirtió más en un juego de provocaciones que en una protesta. Por un lado, los manifestantes gritaban: “Arma, prende y sorprende” -y no solo gritaban, sino que lo hacían-, mientras que los policías, que ya llegaban fácilmente a la centena, se excedían con todo el que se quedaba rezagado.

Así, el periplo continuó entre agresiones, reclamos y, sobre todo, entre humo... mucho humo. Los manifestantes intentaron plantarse en las afueras de la Universidad de Guayaquil, pero fueron fieramente expulsados. Al final, la singular marcha no pasó de ser una simple y masiva fumada. (I)

Contenido externo patrocinado