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Ecuador, 29 de Marzo de 2024
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El Telégrafo
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El día en que Edwin se dio cuenta de que perdió más que la libertad

Aquel miércoles 21 de marzo de 2017 debió ser un día pletórico para Edwin N. Se levantó temprano del lecho de la celda del Centro de Rehabilitación Social de Varones, donde cumplía una sentencia de 12 años, por un delito que prefirió no recordar.

Llevaba siete y le faltaban cinco para recuperar su libertad. Pero no pensaba en eso. Un hecho importante estaba a punto de realizarse.

Junto con otros 34 privados de la libertad fue trasladado al auditorio del Museo Antropológico y Arte Contemporáneo (MAAC), en el Malecón Simón Bolívar de Guayaquil. A sus 55 años, se graduaba como bachiller en Ciencias, tras cumplir el programa de educación del Ministerio de Justicia. Pensaba en el orgullo de sus familiares, al ver que coronaba con éxito una etapa de su preparación académica.

El bus que lo trasladó a la ceremonia, escoltado por patrulleros de la Policía, llegó a las 10:00. Los ojos de Edwin se iluminaron y su corazón se aceleró al ver el auditorio con funcionarios y familiares de los internos.

Con su mirada buscó a sus hijos, esposa o tal vez a un amigo. Las puertas se cerraron, la ceremonia empezó y luego de las felicitaciones de las autoridades, lo llamaron al podio para que recibiera su diploma como uno de los mejores puntuados y su título de Bachiller. Le colocaron el birrete y cuando regresó a su silla lo lanzó al aire con los demás graduados. Se cumplió la meta.
Necesitaba el abrazo de su familia, escuchar una felicitación, un “estamos orgullosos de ti”. La espera fue en vano, pues la ceremonia culminó y era momento de regresar a la cárcel.

Observó a sus compañeros de celda tomarse fotos con sus allegados. Sintió un vacío, una soledad interna; los suyos finalmente no asistieron. Antes de embarcarse en el bus, con voz quebrada y ojos humedecidos expresó: “Perdí más que la libertad, tal vez en cinco años sepa de ellos”.

La puerta del transporte se cerró y Edwin emprendió el camino de retorno al reclusorio para pagar su condena. (I)

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