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El Telégrafo
Mónica Mancero Acosta

Mujeres, epidemia y cuidados

01 de abril de 2020 - 00:00

Una de las aristas de la pandemia y del aislamiento al que debemos someternos es la importancia que cobran los cuidados en esta crisis. Y cuando hablamos de cuidados hablamos de mujeres, ese es nuestro campo, nuestra experticia. Hoy corresponde desinfectar todo, limpiar, lavar, alimentar, hacerse cargo de la ropa, cuidar de adultos mayores y niños que no asisten a clases, hacer seguimiento de sus tareas, y, además de todo ello, en muchos casos, teletrabajar. La crisis sanitaria no significa unas vacaciones para la mayoría de mujeres; al contrario, implica la recarga de trabajo de cuidados.

Al menos las mujeres que tenemos esa posibilidad de trabajar a distancia somos afortunadas por tener un trabajo estable, pero hay muchas mujeres que no tienen esa oportunidad y que hoy están pasando hambre junto a sus familias. De todas formas, la sobrecarga del trabajo queda a la vista, y esta también es una forma de violencia y discrimen intolerable, que debe revertirse.

Definitivamente hemos avanzado muy poco en la redistribución de las tareas de cuidado en el país, las horas que trabajamos las mujeres en casa superan en mucho las tareas que realizan los hombres.

Con datos de la última encuesta del uso del tiempo del INEC, las mujeres trabajamos en promedio 23 horas más a la semana que los hombres en cuidados.

Como lo dice recientemente Alain Touraine: “esta crisis empujará hacia arriba la categoría de los/las cuidadores/as: no pueden seguir estando mal pagados”. Entonces, de lo que se trata es de, primero: reconocimiento social y económico del trabajo del cuidado que significa valorar ese trabajo, pagarlo y considerarlo un aporte económico a la sociedad; segundo, mejor redistribución en la sociedad de ese trabajo, particularmente que hombres también se hagan cargo del mismo; tercero, un reconocimiento político del cuidado que implica tanto la incursión de más mujeres en la esfera política, así como el diseño de políticas públicas que reconozcan a las mujeres, sus necesidades y capacidades. (O)

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