“No existe amor más sincero que aquel por la comida”, señaló Bernad Shaw. Encontramos lugares que los recordamos a través de las papilas gustativas, los sabores de Portugal, sin duda, se incrustan en nuestra memoria, sin problema, dejando un delicioso souvenir. Sin embargo, hay muchas cosas más que seducen de Portugal, su gente, su literatura, su historia, su música, sus calles y su gastronomía. En este último punto nos detendremos para saborear los aromas con los que conquistan los lusos.

Alrededor de la gastronomía portuguesa pululan, con frecuencia, fragancias fuertes y frescas que se concentran en el ajo, el azafrán y el cilantro.

Como en la cocina mediterránea, el pan, el vino y el aceite de oliva (azeite) son algunos de los elementos infaltables en su mesa, pero los sabores lusos también incorporaron esencias foráneas que venían desde Asia, África y América que se encuentran, en la mayoría de los casos, en el uso del pimento, piri-piri (chile) y canela. Por ejemplo, en estos casos de fusión encontramos el Frango à piri-piri, un pollo a la barbacoa con chile que procede de las antiguas colonias portuguesas en África-Feijoada.

Primer plato

La antesala para degustar la verdadera gastronomía portuguesa serán las aceitunas y los quesos, estos son los primeros protagonistas de la mesa.

Los quesos portugueses de leche de cabra y de oveja son excepcionales, existen muchas variedades, hay suaves (quesos frescos) hasta los curados que van acompañados con toques de picante.

El más famoso es el mantecoso ‘serra’, Queijo da Serra, elaborado con leche de oveja. Aunque también están el Saloio, Palhais, Alavao o el quejo fresco. Son muchos los platos típicos de Portugal.

El protocolo culinario es iniciar la comida con una sopa antes del plato principal, esta puede ser el famoso caldo verde que se elabora con una variedad de col rizada. También es común acompañar las comidas con arroz blanco cuando se trata de las carnes y papas con los pescados.

Segundo plato

No hay duda de lo variada de su gastronomía, los platos típicos pueden incluir diversas carnes: ternera, cerdo, cordero y las carnes blancas. Asimismo, el pescado más utilizado es el bacalao, así como la gran variedad de mariscos.

Sin embargo, el bacalao (bacalhau) es uno de los favoritos que encabeza la cocina portuguesa, hay más de mil formas de prepararlo, por ejemplo, a la plancha, en salsa, en croquetas, crema. Uno de los más recomendables es el pastéis de bacalhau, croquetas de bacalao salado que se pueden tomar frías o calientes.

El bacalhau à gomes de sá es un bacalao salado con una capa de patata y cebolla que normalmente se acompaña con una guarnición de huevo y aceitunas.

También un plato sublime es el arroz con pato a la portuguesa o los champiñones con nata, que fueron uno de los platos favoritos del escritor Fernando Pessoa.

En cambio, José Saramago, el otro destacado escritor luso, prefería el arroz de marisco à Poveira y las pataniscas de bacalhau com arroz de grelos.

En el norte, el cochinillo asado es lo más común. Por ejemplo, el cochinillo asado en espetón (leitao), la carne de cerdo de pata negra (porco preto), las manitas de cerdo con pilantros (pezinhos de coentrada), y también de los embutidos de cerdo como el chouriço o la mourcela (especiados, salados o ahumados), son algunos de los platos típicos de Portugal. Los pescados y mariscos provienen del litoral atlántico.

Por esta zona encontramos ingredientes como el calamar (lula), la sepia (choco), el pulpo (polvo), la lubina (robalo), la dorada (dourada), sardina (sardinha), el omnipresente bacalao (bacalhau) y crustáceos como las ostras y almejas (ameijoas).

Las favas à portuguesa son otro plato típico de una buena parte del territorio luso y que combina las habas tiernas con morcilla y costillas de cerdo troceadas.

Postre

La confitería es amplia y exquisita. Es realmente un paraíso para los golosos. Entre las especialidades que se pueden degustar están los famosos pastéis de Belem o pastéis de nata, Quejadas de Sintra, unas tartaletas de queso con canela, así como los confites elaborados con dulces de naranja. (I)