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El Telégrafo
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El sabor del mestizaje en la comida venezolana

El pabellón criollo está lleno de colores y variados sabores. Contiene arroz blanco, carne mechada, fréjol negro y tajadas de plátano frito
El pabellón criollo está lleno de colores y variados sabores. Contiene arroz blanco, carne mechada, fréjol negro y tajadas de plátano frito
21 de junio de 2015 - 00:00 - María Pessina Itriago

La gastronomía tiene un lugar privilegiado dentro de las expresiones culturales de un país y, a través de ella se puede conocer a sus pueblos.

La cocina se transforma en un hito clave de la historia y permite adentrarse en los ámbitos económico, social, cultural, natural y religioso de un sitio. La gastronomía nacional, la identidad del sabor, es un atributo que perdura de generación en generación y que, a su vez, sufre metamorfosis gracias a los cambios en sus procesos y en la tecnología.

Venezuela es un país lleno de tradiciones culturales, muchas de las cuales se manifiestan en su comida y en la fusión de sus sabores. Cada región tiene una carta muy diversa de platillos típicos, con sabores diferentes. A pesar de sus variaciones existe la raíz de sus antepasados, ese toque de los indígenas a través de las especias y también los fuertes sabores de la colonia.

Como sucede en muchos países latinoamericanos, la puesta en escena gastronómica de Venezuela tiene herencia mediterránea, dejada por los españoles, portugueses, italianos y franceses. También hay un significativo aporte de africanos, los cuales fueron parte de las poblaciones de esclavos llevados por los españoles.

Hacer un turismo gastronómico por Venezuela será un placer insaciable. Los sabores son variados, oportunos y auténticos, en cualquier rincón se come bien. El gusto estará conectado con la vista: en el oriente podrás disfrutar de las playas caribeñas, y en occidente observarás una geografía impactante y noble bajo un clima caliente. El centro rodeado de una vegetación tropical recoge parte de la historia y ahora es una de las zonas donde se puede evidenciar el mestizaje. En los Andes venezolanos podrás disfrutar del pico Bolívar, transportarte en el teleférico y ver los páramos. En Venezuela hay mar, selva, desierto y páramos. Tiene muchos privilegios.

La pizca andina es tradicional en los Andes venezolanos. Contiene papas, leche, queso y se aromatiza con culantro.

Tour gastronómico

Si realizamos la ruta del oriente los ingredientes principales serán el pescado de mar o río, langostas, mariscos y tubérculos. En los llanos, las carnes y los quesos serán la especialidad. El carite frito y el sancocho de pescado son algunos de los platos favoritos de esta región.

En occidente se degustan las carnes de chivo, cabra y conejo. También hay una producción muy amplia de quesos. El patacón, los pasteles de trigo frito como los huevos chimbos, y los dulces de icaco, limonsón e higos forman parte del menú de esta región, sobre todo de Maracaibo.

En el centro existe más influencia internacional, se ve claramente el predominio mediterráneo y se consumen más pastas, ensaladas, arroz, pescado, carne y pollo.

En los llanos la apuesta gastronómica es la carne de res y animales de caza a la parrilla o en vara, es muy similar a las zonas llaneras de Brasil, Uruguay y Argentina.

También es muy típico un plato llamado cachapa, una especie de crepes de maíz tierno que se comen con mantequilla y queso fresco.

Finalmente, en los Andes la comida tradicional se centra más en la carne de res, oveja, pollo, papa, trigo y tubérculos. En las mañanas encontramos una sopa que se llama pizca andina, una base de caldo de pollo con papas, a la que se le agrega queso fresco, maíz, perejil, cebollín y un chorro de leche. Un desayuno ideal para el ligero frío andino.

Quizás el plato más conocido y el más común entre las regiones de Venezuela es la arepa, una masa de maíz que se aza o fríe y que se consume rellena con cualquier combinación, puede ser queso, pollo, carne, pescado y huevo, entre otros. También están el pabellón criollo, la hallaca, el sancocho, el asado negro, el mondongo, la cachapa y el pollo en brasas. Las comidas, por lo general, se acompañan por batidos de frutas.

¿Y qué comía ‘el flaco’ Bolívar?

Hay pocos registros sobre lo que comía o le apetecía a Simón Bolívar. La información que se tiene proviene de edecanes y allegados.

Uno de los historiadores venezolanos que se han dedicado a registrar los placeres que han recogido las papilas gustativas de los venezolanos es Miro Popic, quien menciona en una nota publicada en El Nacional (2013) que el edecán Luis Perú de Lacroix, según lo publicado por el diario Bucaramanga, señaló que Bolívar tomaba poco vino, pero cuando lo hacía era porque se trataba de algo extraordinario: vino tinto de Burdeos, sin agua, o de Madeira, y una o 2 de champaña. No tomaba mucho café y almorzaba suficiente. Comía arepas de maíz en lugar de pan y prefería las legumbres y las frutas. No era muy dulcero. Se indica, también, que el ‘Libertador’ tenía un agudo olfato reafirmando su lado hedonista sobre el paladar.

Perú de Lacroix asimismo explicó: “El Libertador no fuma ni permite que se fume en su presencia: no toma polvo [rapé], y nunca hace uso de aguardiente u otros licores fuertes. (I)

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